Es sumamente curioso observar como el cuerpo y todos sus movimientos, tanto internos como externos, reflejan con sorprendente exactitud lo que pensamos y sentimos. Hay rasgos en la personalidad que son suficientemente claros para que uno pueda darse cuenta como los pensamientos y emociones, no sólo los de aquellos con los que se convive, sino los de uno mismo, influyen notablemente en nuestra manera de actuar y reaccionar ante la vida.
Por ejemplo: una persona con tendencia depresiva deriva en una personalidad muy poco espontánea, sus movimientos son más bien lentos, sin ímpetu ni brillantez; cuando el caso es grave, el individuo podría mostrarse prácticamente inmóvil ante las experiencias de la vida, como si le faltase energía para moverse o reaccionar, como si la circulación de su energía vital estuviese estancada u obstaculizada por algo que pareciese mayor a sus fuerzas o posibilidades.
La depresión es absorbida como una esponja por todas las funciones vitales del cuerpo:
Podemos observar que en un individuo depresivo la respiración se deprime con frecuencia, el semblante se ve decaído, el cuerpo se ve cansado, la viveza de los ojos es nula, y no hay apetito ni para comer el alimento diario ni para la sexualidad.
Es como si todo el cuerpo dijera: “no tengo gasolina, no quiero moverme.”
En conclusión, el cuerpo no presenta interés por nada que le represente vivir.
Cómo ayudar a eliminar la depresión
Una recomendacion es aumentar la energía vital del cuerpo a través de la respiración; “Respirar más profunda y plenamente…” Una toma mayor de oxigeno revitaliza todo el organismo, y por ende el individuo parece cargarse casi instantáneamente de vida.
Otra forma de ayudar a liberar la depresión es ir a consultar a un buen terapeuta bioenergético. Las tensiones, presiones, enfados, etcétera, que no se han liberadas, se van acumulando con el tiempo en el cuerpo, en forma de nudos energéticos que, a la larga, van obstaculizando el libre flujo de energía. Estos nudos se manifiestan como tensiones corporales en distintas zonas del cuerpo. Si no ayudamos al organismo a liberar las emociones retenidas, sufriremos muy pronto de dolores más graves no solo emocionalmente, sino físicamente. Son estos nudos energéticos la causa de todas las enfermedades. El terapeuta bioenergético ayudará a liberar estos nudos con una terapia corporal realmente efectiva.
Y por último, hay que tomar en cuenta que las grandes exigencias de estos tiempos, como cumplir con grandes expectativas y concentrarse en lograrlas, descuidando los detalles más sencillos de la vida, crea gran ansiedad y desgaste, frustración y resistencia corporal, lo cual a la larga se va traduciendo en agotamiento crónico o depresión, por que se vive prácticamente para el futuro, evadiendo la riqueza del momento presente. Esta forma de vida vuelve esclavos a los seres humanos, y toda esclavitud conlleva a la infelicidad. Y es precisamente la infelicidad el mal de estos tiempos y de toda enfermedad.
Así que si alguna vez te sientes deprimido o te encuentras con alguien así, ya sabrás que lo que más necesite o necesites, es darte un verdadero tiempo libre para vagar un rato por ahí y pensar en las cosas que más feliz te hacen, y comenzar a buscar la forma de hacerlas realidad. Y, si acaso piensas que en verdad estas haciendo lo que quieres y no entiendes por que no te sientes feliz, busca entonces en dónde te has convertido en un esclavo de lo que quieres, pues hasta la flor más bella y deliciosa resulta fea y causa depresión si lo tiene a uno preso.