Esa falta de tiempo hacía también que eligieran más comida chatarra y menos alimentos saludables, publicó Journal of the American Dietetic Association.
Los hombres y las mujeres que dijeron que habitualmente compartían el horario de comida con otras personas tendían a tener una alimentación de mejor calidad, que incluía más frutas y verduras.
En cambio, los que tendían a "comer de paso" optaban habitualmente por comida rápida e ingerían más grasas saturadas y gaseosas. Esto demuestra la importancia de dedicarle tiempo a las comidas y, cuando es posible, compartirlas con amigos o familiares.
Aunque es difícil incluir comidas "reales" en un día agitado, las personas deberían dedicarle tiempo como lo hacen con cualquier otra actividad importante.
Los colegios y los lugares de trabajo podrían ayudar si asignan horarios programados para comer y opciones con refrigerios saludables. Cuando no hay otra opción que comer rápido, Larson aconseja elegir algún alimento saludable en lugar de comida rápida. Las frutas frescas o secas, los vegetales prelavados, las galletas de granos integrales y queso en "hebras" son algunas de las ofertas saludables más convenientes.