El cultivo en el hogar se ha extendido de tal forma que ya es común tener una pequeña siembra hogareña por los grandes beneficios que se derivan de ella. Otra de las ventajas es que las propiedades de las hortalizas recién cortadas son de mayor calidad, a diferencia de las que se comercializan, pues tienen más tiempo de haber sido cosechadas y han perdido buena parte de sus nutrientes. El sabor tampoco es comparable entre unas y otras. Otros alicientes son el ahorro económico y la saludable tarea que resulta cuidar el huerto es recomendable para cualquier integrante de la familia. Otro plus es que puedes sembrar las hierbas de olor que más te cuesta conseguir en las tiendas. Si ya te has decidido a cultivar, la primera cuestión a resolver es qué necesitas.
Es sencillo: debes tener macetas que se adecuen a tu espacio, tierra, un poco de arena, abono, agua y sol, según cada cultivo. A continuación tenemos para ti consejos que nos ofrece la granjera urbana más famosa del mundo, Gayla Trail, quien tiene una huerta en la azotea de su casa desde hace 10 años, creó yougrowgirl.com, sitio web especializado en horticultura. Su trabajo como escritora y fotógrafa ha sido publicado en medios como el New York Times y Newsweek, y además es autora del libro You Grow Girl: la innovadora guía a la jardinería. Cuatro pasos para la siembra perfecta:
1. Considera el crecimiento de las plantas: Ten en cuenta que las semillas cuestan menos, pero algunas pueden tomar mucho tiempo en crecer y tardarás más tiempo en poder utilizarlas. En estos casos puedes adquirir un retoño y así esperar menos para cosecharlas.
2. Siembra en una maceta con fresas: Estas plantas tienen amplitud entre sus hojas y aperturas a lo largo de ellas en las que puedes introducir otro tipo de semillas, esto economiza espacio. Cómprala al menos de 30 centímetros de alto. 3. Obtén el derecho de suelo: La mayoría de las hierbas requieren un suelo que drene bien; el barro denso o pesado suele pudrirlas. Puedes crear una mezcla para macetas con madera o composta para dotarlas de nutrientes. Se recomienda usar perlitas o arena para optimizar el drenaje y la absorción de agua.
4. No abuses de los fertilizantes: Las hierbas por lo general no necesitan abonos o nutrientes especiales para crecer, sólo necesitan buena tierra, sol y agua. Gayla también recomienda un plan para plantar hierbas que, asegura, ofrecen las mayores recompensas en el menor tiempo posible.
Tomillo Esta hierba puede crecer en espacios muy pequeños, a pleno sol, en suelos arenosos y orgánicos, y no necesita muchos cuidados. El riego debe ser moderado. En su especie existen distintas variedades, el favorito de la autora es el tomillo limón, que realza el sabor de los alimentos.
Mejorana Resiste la sequía y crece fácilmente en contenedores de cualquier tamaño. Muchos prefieren la mejorana por encima de su primo el orégano porque tiene un sabor más dulce y es mucho más aromática. Para alentar su crecimiento, como ocurre con muchas hierbas, debes podar las hojas que puedes usar en sopas y salsas.
Romero: Es muy resistente, ama el sol y no necesita mucha agua porque sus raíces se pudren con facilidad. Su desarrollo es lento, aunque puede crecer tan grande como un arbusto, depende de dónde la pongas. Es un clásico en las papas asadas y, por su sabor y aroma, es ideal para las carnes rojas. Otra de sus bondades radica en aliviar el dolor de cabeza si la tomas como infusión. Salvia: Esta hierba no es apta para un entorno húmedo. Necesita un lugar soleado, seco, con una buena circulación de aire y excelente drenaje. Es muy usada en la cocina italiana y francesa. Desde la antigüedad se le conoce por su propiedades medicinales y terapéuticas, pues sirve como antiinflamatorio, para aliviar problemas digestivos y es rica en antioxidantes.
Menta:El secreto de la menta está en que no le falte agua y sol. Hay que regarla diario, por algo proviene de terrenos pantanosos. Es necesario que se la corte con frecuencia para asegurar que tenga brotes tiernos, que son los que se usan para las comidas.
Tu huerto podrá ser mini, pero si eliges bien la planta y su ubicación podrás disfrutar de tus propias cosechas y descubrirás que es una buena opción para tener una alimentación sana y para recuperar el sabor de antaño. Recuadro ¿Cómo puedo usarlas? De la huerta a la sartén existen diversas formas de consumir las hierbas que cultivaste durante todo el año: Frescas: Tenerlas a la mano es una de las mejores opciones, ya que da un toque gourmet debido a que su aroma y sabor son más nítidos. Recorta las hojas a medida que las necesites. Secas: Las hierbas se secan sin lavar, atadas en pequeños ramos y colgadas boca abajo. Debes tener cuidado de que no se toquen unas con otras. Guárdalas en un lugar seco y oscuro de preferencia.
Hay que tener en cuenta que una cucharita de hierba seca equivale a tres de las frescas.
Congeladas: Para conservarlas mayor tiempo pica las hierbas frescas, ponlas en agua o en caldo, viértelas en un recipiente para hacer cubos de hielo y mételas al refrigerador. Así son perfectas para realzar el sabor de salsas o estofados.
Es sencillo: debes tener macetas que se adecuen a tu espacio, tierra, un poco de arena, abono, agua y sol, según cada cultivo. A continuación tenemos para ti consejos que nos ofrece la granjera urbana más famosa del mundo, Gayla Trail, quien tiene una huerta en la azotea de su casa desde hace 10 años, creó yougrowgirl.com, sitio web especializado en horticultura. Su trabajo como escritora y fotógrafa ha sido publicado en medios como el New York Times y Newsweek, y además es autora del libro You Grow Girl: la innovadora guía a la jardinería. Cuatro pasos para la siembra perfecta:
1. Considera el crecimiento de las plantas: Ten en cuenta que las semillas cuestan menos, pero algunas pueden tomar mucho tiempo en crecer y tardarás más tiempo en poder utilizarlas. En estos casos puedes adquirir un retoño y así esperar menos para cosecharlas.
2. Siembra en una maceta con fresas: Estas plantas tienen amplitud entre sus hojas y aperturas a lo largo de ellas en las que puedes introducir otro tipo de semillas, esto economiza espacio. Cómprala al menos de 30 centímetros de alto. 3. Obtén el derecho de suelo: La mayoría de las hierbas requieren un suelo que drene bien; el barro denso o pesado suele pudrirlas. Puedes crear una mezcla para macetas con madera o composta para dotarlas de nutrientes. Se recomienda usar perlitas o arena para optimizar el drenaje y la absorción de agua.
4. No abuses de los fertilizantes: Las hierbas por lo general no necesitan abonos o nutrientes especiales para crecer, sólo necesitan buena tierra, sol y agua. Gayla también recomienda un plan para plantar hierbas que, asegura, ofrecen las mayores recompensas en el menor tiempo posible.
Tomillo Esta hierba puede crecer en espacios muy pequeños, a pleno sol, en suelos arenosos y orgánicos, y no necesita muchos cuidados. El riego debe ser moderado. En su especie existen distintas variedades, el favorito de la autora es el tomillo limón, que realza el sabor de los alimentos.
Mejorana Resiste la sequía y crece fácilmente en contenedores de cualquier tamaño. Muchos prefieren la mejorana por encima de su primo el orégano porque tiene un sabor más dulce y es mucho más aromática. Para alentar su crecimiento, como ocurre con muchas hierbas, debes podar las hojas que puedes usar en sopas y salsas.
Romero: Es muy resistente, ama el sol y no necesita mucha agua porque sus raíces se pudren con facilidad. Su desarrollo es lento, aunque puede crecer tan grande como un arbusto, depende de dónde la pongas. Es un clásico en las papas asadas y, por su sabor y aroma, es ideal para las carnes rojas. Otra de sus bondades radica en aliviar el dolor de cabeza si la tomas como infusión. Salvia: Esta hierba no es apta para un entorno húmedo. Necesita un lugar soleado, seco, con una buena circulación de aire y excelente drenaje. Es muy usada en la cocina italiana y francesa. Desde la antigüedad se le conoce por su propiedades medicinales y terapéuticas, pues sirve como antiinflamatorio, para aliviar problemas digestivos y es rica en antioxidantes.
Menta:El secreto de la menta está en que no le falte agua y sol. Hay que regarla diario, por algo proviene de terrenos pantanosos. Es necesario que se la corte con frecuencia para asegurar que tenga brotes tiernos, que son los que se usan para las comidas.
Tu huerto podrá ser mini, pero si eliges bien la planta y su ubicación podrás disfrutar de tus propias cosechas y descubrirás que es una buena opción para tener una alimentación sana y para recuperar el sabor de antaño. Recuadro ¿Cómo puedo usarlas? De la huerta a la sartén existen diversas formas de consumir las hierbas que cultivaste durante todo el año: Frescas: Tenerlas a la mano es una de las mejores opciones, ya que da un toque gourmet debido a que su aroma y sabor son más nítidos. Recorta las hojas a medida que las necesites. Secas: Las hierbas se secan sin lavar, atadas en pequeños ramos y colgadas boca abajo. Debes tener cuidado de que no se toquen unas con otras. Guárdalas en un lugar seco y oscuro de preferencia.
Hay que tener en cuenta que una cucharita de hierba seca equivale a tres de las frescas.
Congeladas: Para conservarlas mayor tiempo pica las hierbas frescas, ponlas en agua o en caldo, viértelas en un recipiente para hacer cubos de hielo y mételas al refrigerador. Así son perfectas para realzar el sabor de salsas o estofados.