jueves, 15 de enero de 2009

MELISA, TORONJIL, CEDRON O CIDRONELA


Su nombre científico es Melissa officinalis. A principios del siglo XVII, los carmelitas descalzos obtuvieron a partir de la melisa, la conocida Agua del Carmen, un licor bastante efectivo contra las crisis nerviosas.

La melisa o toronjil tiene un aspecto parecido al de la ortiga, en verano despide un olor muy agradable parecido al del limón debido a su contenido en los terpenos citronelal, citronelol, citral y geraniol. Es natural del sur y centro de Europa y crece en estado silvestre en terrenos ricos en materia orgánica y en lugares frescos y sombreados. La mata de la melisa o cedrón puede alcanzar hasta un metro de altura. Se puede cultivar fácilmente pero hay que tener en cuenta que sus flores atraen a las abejas. En otoño, la melisa pierde el agradable olor a limón que desprenden sus flores azules y blancas, en este momento se debe cortar a unos 20 centímetros.
Las hojas y flores deben recogerse durante la floración. El material recogido debe secarse a la sombra y guardarse en recipientes herméticos y bien limpios.

Uso médico

Nota importante: En las indicaciones aquí expuestas no se mencionan las dosis adecuadas a cada tratamiento. Esto, en todo caso, corresponde a los médicos, facultativos y especialistas en la materia. La información aquí expuesta sólo tiene carácter informativo.

La melisa es bien conocida como hierba relajante y buena para el corazón. Es un remedio eficaz para tratar los problemas nerviosos debidos al estrés de la vida cotidiana. La melisa o toronjil es un sedante reconocido, los ácidos caféico y oleanólico, junto con sus alcoholes y terpenos, le otorgan esta propiedad.

También sirve para tratar el insomnio ya que la melisa o toronjil tiene propiedades ligeramente narcóticas. Una infusión de melisa antes de dormir puede tener efectos muy beneficiosos si se padece de insomnio.

La melisa puede utilizarse para tratar problemas físicos de naturaleza nerviosa como taquicardias, espasmos musculares y espasmos del aparato digestivo por lo que está indicada para calmar malas digestiones, retortijones o cólicos intestinales, vómitos y aerofagia. También se puede utilizar contra el asma, ya que además de sus propiedades antiespasmódicas contiene ácido protocatechuico.

Otra faceta de la melisa o toronjil es la de calmar el dolor gracias su valor analgésico conferido por los ácidos ursólico, clorogénico y caféico así como el eugenol y el timol. Se puede usar para calmar el dolor de cabeza o jaqueca, el dolor de muelas y el dolor de oído.

La infusión caliente de las hojas es sudorífera y puede usarse en caso de resfriados y gripe, además posee efecto antivirus comprobado, gracias a los polifenoles y taninos. Puede ser eficaz contra paperas, herpes labial (herpes simplex) y otros virus.

En todos estos casos la melisa se debe tomar en forma de infusión, para lo cual hay que echar agua hervida en una taza con hierba de melisa seca y dejarla descansar por 15 minutos antes de consumir. No se deben tomar más de tres o cuatro vasos al día.

Uso externo

Puede utilizarse para curar heridas y llagas y aliviar la comezón de las picaduras de los insectos.

También elimina el mal aliento para lo que basta masticar una hoja fresca después de las comidas

Toxicidad

El aceite esencial resulta desaconsejado en el embarazo (riesgo de aborto) y la lactancia. Al ser una planta ligeramente narcótica puede resultar peligrosa cuando se utiliza en dosis elevadas.

Usado externamente, puede producir irritaciones en contacto con la luz.

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