sábado, 1 de junio de 2013

SINTOMAS DE DEMENCIA SENIL

Las demencias son alteraciones cerebrales de carácter irreversible, que producen una pérdida progresiva de las capacidades necesarias para la vida diaria. Existen dos grupos de demencias: la demencia senil y la demencia tipo Alzheimer
  • La demencia senil puede ser producida por diferentes patologías, como tumor cerebral, infecciones, esclerosis múltiple, Párkinson, etc. o debida a la edad.
  • La enfermedad de Alzheimer es un tipo de demencia cuyo origen parece ser la combinación de varios factores, los estilos de vida, el medio ambiente, el nivel cultural,  factores genéticos… Aunque existen algunos casos de aparición temprana, la frecuencia es 5 veces mayor a partir de los 65 años. Se caracteriza por la acumulación, a nivel cerebral, de una proteína amiloide, que produce una alteración en las neuronas y en las conexiones entre ellas y un déficit de neurotransmisores cerebrales, en especial la acetilcolina, provocando la disminución de la memoria y la progresiva alteración de las funciones cognitivas y motoras.
La velocidad del proceso degenerativo varía de unas personas a otras y en muchos casos podemos enlentecer su progreso con algunos tratamientos y conductas saludables.

Síntomas más comunes

Los síntomas de demencia senil (o de cualquier otra) aparecen de forma progresiva. Al principio comienzan a aparecer pequeños olvidos y pérdida de memoria a corto plazo, dificultades en la concentración, cambios de humor, problemas para encontrar las palabras, etc.
Pero estos pequeños síntomas también los tiene personas que no padecen ningún tipo de demencia. Cualquier situación de estrés, preocupación o depresión pueden provocarlos,  por lo que su aparición no debe suponer alarma inmediata, pero si una señal para controlar su evolución.
A medida que la enfermedad avanza aparecen episodios de desorientación espacio-tiempo, dificultades para realizar acciones cotidianas, como vestirse, aseo, hablar, comer, incluso a veces puede no reconocer algún familiar, aunque si a los más cercanos
En la fase final la pérdida de memoria es muy grave, llegando a olvidar el habla, se produce inmovilidad e incontinencia total, no reconoce a los familiares ni a sí mismo, e incluso existe gran dificultad para alimentarse.

Pautas para no confundirla con falta de memoria

Al principio los síntomas de demencia senil son muy leves y de aparición progresiva, por lo que, como antes apuntábamos, puede confundirse a menudo con olvidos benignos muy frecuentes en personas sanas. Salvo con pruebas médicas diagnósticaso, no existe ninguna forma de diferenciar estos olvidos de los producidos por la demencia, salvo por la observación de su magnitud, frecuencia y evolución.
Por ello es importante conocer todos los síntomas, porque en las demencias no aparecen de forma aislada, sino que se van sumando cada vez más. Cuando detectamos un aumento progresivo de estos síntomas es importante acudir al médico para realizar una valoración de la memoria.
Muchas veces estos cambios son detectados por las personas más cercanas y no el propio paciente, por lo que resulta complicado para convencerle de que algo está pasando y debe consultar para un diagnóstico.

Consejos para prevenir la demencia senil

  • Dieta equilibrada rica en frutas, verduras, legumbres, pobre en grasas y rica en fibras. Beber abundante agua y reducir las bebidas azucaradas y los estimulantes.
  • No fumar ni beber alcohol, tan solo consumir una copa de vino al día.
  • Realizar ejercicio físico diariamente, pasear, nadar, bailar…
  • Relacionarte con la familia y amigos de forma regular, fortaleciendo los lazos emocionales.
  • Ante los primeros síntomas de demencia senil estimular la memoria con la lectura, crucigramas, sopas de letras, ejercicios numéricos, visitas culturales, leer el periódico y mantenerte informado con las noticias. 
  • Evitar el estrés o al menos buscar algunos momentos para relajarte con algunos ejercicios de relajación  y disfrutar del ocio y tiempo al aire libre.

Consejos para actuar ante la demencia

Ante todo tener muchísima paciencia, si el paciente con demencia no realiza las cosas como antes no es por falta de interés, sino porque NO PUEDE.
Es preciso establecer rutinas para la vida cotidiana, horarios de comidas, horas de sueño, baño y aseo, paseos diarios, etc. y un ambiente tranquilo sin exceso de ruidos.
Es muy importante mantener la autonomía todo lo que se pueda. Para ello se deben realizar algunos cambios en la casa para adaptarlos al paciente, como sustituir el baño por la ducha, señalizar con dibujos los lugares donde guardar las cosas, apuntar los recados en un calendario, sustituir las puertas y objetos de cristal por otros de plástico.
Sobre todo mantener una actitud positiva y tranquila, proporcionando cariño y comprensión. Eso será lo mejor que podamos dar al paciente y lo que le hará sentiré seguro.