La anorexia y la bulimia son problemas complejos y de difícil solución. En ocasiones la familia no sabe muy bien como actuar o como reaccionar frente a estos problemas, a continuación una serie de pautas que nos pueden ayudar:
- La familia tiene que evitar temas de conversación relacionados con la comida, el aspecto físico de la paciente o la salud de la misma. Son temas que se tratan en el grupo terapéutico.
- Los padres son las personas que deciden los menús diarios, deben abstenerse de preguntar al paciente su opinión sobre este tema.
- Ignorar los comentarios o protestas de la paciente, respecto a cantidades o contenidos antes, durante y después de las comidas.
- Procurar variar los menús, para que la paciente esté mejor nutrida y evitar que pueda acogerse a determinados alimentos que pueda llegar a ritualizar.
- Si existen diferencias de opinión entre los miembros de la familia (respecto al trastorno), discutirlos fuera de la presencia del paciente, o posponerlo para plantearlos en el grupo terapéutico de familias o ante su terapeuta.
¿Cómo deben actuar los padres ante la anorexia y la bulimia?
Lo que no se debe hacer
- NO sentirse culpable. No hay padres perfectos, pero sí bienintencionados. Los problemas familiares son sólo una parte de la historia de un trastorno de la ingesta. Lo importante es saber lo que puedes aportar para ayudar a tu hija/o.
- NO compadecer a tu hija/o. Demuéstrale comprensión, pero no la sobreprotejas. Necesita oportunidad de ser responsable e independiente.
- NO permitir que la comida sea un arma.
- NO intercambies roles con tu hija/o.
- NO permitir que sea él/ella quien dictamine horarios y actividades de la familia.
- NO permitir que la preocupación por el problema de tu hijo/a le reste atención a tu matrimonio y a tus otros hijos. Hacer que el trastorno sea el centro de atención refuerza y prolonga el problema.
- NO dejarse manipular.
Lo que sí se debe potenciar
- SÍ debe haber unión entre los padres.
- SÍ hay que reconocer y respetar sus ideas aunque difieran de los tuyos. Hablar con él/ella a cerca de las diferencias, pero tratándolo/a como a un adulto con el que se cambian impresiones.
- SÍ hay que darle la oportunidad de tomar responsabilidades en la medida que esté preparada/o (sin presionar prematuramente)
- SÍ hay que ser paciente y tomar cada día como se presente. Recuperarse de un trastorno alimenticio lleva su tiempo, si pones toda la concentración en el día que esté recuperado/a, el tiempo parecerá más largo.
- SÍ se debe combatir el perfeccionismo.
- SÍ hay que demostrar a través de actos y de palabras que se la quiere y se la respeta, pero asegurándose de que entienda que tu vida también es importante.
- SÍ hay que apoyarse en la pareja, en un familiar o en un amigo cercano. Es bueno poder hablar con alguien de la preocupación o de los sentimientos que acarrea el hecho de tener un hijo/a presa de un trastorno alimenticio.
¿Cómo ayudar a una persona con anorexia o bulimia?
Las personas que padecen anorexia o bulimia tienen problemas no solo físicos también psicológicos y es de vital importancia conseguir la ayuda necesaria para que puedan superarlos.
La bulimia y la anorexia pueden darse a cualquier edad y, aunque se dan más en mujeres, cada vez son más los chicos afectados por estas enfermedades.
En un principio son difíciles de detectar pero cuando se observan cambios de peso, cambios en la conducta, una preocupación excesiva por la apariencia hay que decidirse a hablar, hay que tomar cartas en el asunto.
Hay que hacerle entender que su situación nos preocupa y que deseamos darle todo nuestro apoyo. No debemos juzgar, solo mostrarnos comprensivos y comentar la conveniencia de conseguir ayuda profesional.
Aunque la persona afectada no quiera hablar del problema e incluso niegue que exista los que están a su alrededor no deben callar, hay que hablarles de lo que se está observando, hacerles entender que se estará a su lado siempre. No hay que intentar controlar a las personas con problemas de anorexia o bulimia, hay muy pocas posibilidades de ganar.
Lo más importante mostrarle siempre un gran apoyo, animarle, hacerle entender que realmente tiene un problema que no podrá solucionar sin ayuda, pero solicitar esa ayuda es algo que solo puede hacer la persona enferma.
El camino será largo y duro, pero ha de saber que siempre que quiera tendrá a su lado alguien que le brindará toda la comprensión y el apoyo que necesite, pero es ella la que ha de cambiar su comportamiento y conseguir, pasito a pasito, ganar la batalla.