Las verrugas genitales son una enfermedad venérea causada por el virus del papiloma humano, y es de especial riesgo para las mujeres si no se tratan.
¿Qué son las verrugas genitales?
Son una enfermedad de transmisión sexual producida por el virus del papiloma humano (VPH). Hay más de 70 clases de VPH, algunos están vinculados a las verrugas genitales y otros a las comunes en otras zonas de la piel. Las que se asocian a la enfermedad venérea se suelen reproducir por el pene, la vagina, la uretra, el cuello uterino, la vulva e incluso alrededor del ano.
En la mujer no son fácilmente detectables y en muchos casos no presentan síntomas, por lo que es conveniente hacerse la prueba en caso de haber tenido relaciones de riesgo (sin preservativos, con desconocidos, con diversas personas, etc.) o con alguien que sepa o sospeche que padece esta enfermedad que, además, puede derivar en un cáncer cervical.
¿Cómo se contagian las verrugas genitales?
Al tratarse de una enfermedad de transmisión sexual el contagio se produce por el contacto con los genitales o zona anal de una persona previamente infectada del VPH, incluso aunque las verrugas no sean visibles. Un bebé recién nacido puede infectarse durante el parto aunque son raros los casos que se han dado.
Síntomas de las verrugas genitales
Las verrugas genitales en muchas ocasiones son asintomáticas pero pueden evolucionar negativamente, y es aconsejable tratarlas para también evitar su propagación. Los síntomas suelen ser los siguientes:
- Lesiones carnosas con aspecto de verrugas observables en la zona genital o anal.
- Las verrugas genitales pueden empeorar y crecer con apariencia de coliflor.
- Secreción alrededor de estas lesiones.
- Picazón en pene, escroto, zona anal o en la vulva.
- Mayor flujo vaginal.
- Raro sangrado vaginal tras las relaciones sexuales.
Cómo prevenirlas
La prevención de las verrugas genitales, al igual que en la mayoría de las enfermedades venéreas, pasa por el uso del preservativo, tanto el masculino como el femenino. Es uno de los métodos más eficaces para evitar el contagio de infecciones sexuales aunque no absolutamente seguro en algunas.
Lo más eficaz, pero poco realista, es la abstinencia sexual total en caso de que la pareja padezca verrugas genitales. Otro método es evitar las conductas de riesgo como las mencionadas anteriormente.
También existen dos clases de vacunas para el virus del papiloma humano, lo que es especialmente interesante para las mujeres ya que las verrugas genitales pueden derivar en cáncer de cuello uterino.
Remedios naturales y fitoterapia para apoyar el tratamiento
Eliminar verrugas genitales es cosa del médico aunque se puede apoyar con alguno de estos remedios naturales (bajo el conocimiento de su facultativo):
- Baños de asiento: A base de ajo, cebolla o vinagre, 3 veces al día. Beneficia la capacidad de las defensas para actuar contra las verrugas genitales.
- Aloe vera: Las capacidades antisépticas y reconstructivas del aloe son un buen apoyo para eliminar verrugas genitales. Debe aplicarse con guantes para evitar que el virus pase a las manos.
- Aceite del árbol del té: Tiene fuertes propiedades antivíricas y antibacterianas. Aplicar en la zona de 3 a 4 veces al día (con guantes).
- Echinacea: Estimula el sistema inmune. Consultar la dosis en su herbolario.
- Astrágalo: Planta milenaria en la medicina china por su la capacidad de luchar contra infecciones virales y bacterianas. También se utiliza para la regeneración del sistema inmunológico tras la quimioterapia. Tomar de 9 a 12 gr. de raíz diarios. Poner en decocción en un litro de agua y repartir tres tomas al día.
- Plata Coloidal: Tomada y aplicada en la zona dañada.
Suplementos alimenticios para la Verrugas genitales
Las siguientes vitaminas y suplementos son potenciadores del sistema inmune, por lo que es interesante su consumo durante procesos infecciosos o en periodos de estrés (como prevención)
Vitaminas como la A, B, C y E, el Zinc, el lactobacilo acidophilus y el L-cysteine.
Es interesante aumentar en la dieta el consumo de ácido fólico y betacarotenos, que se encuentran en frutas de color naranja, amarilla o roja y en verduras verde oscuras.