Ingredientes:
- 2 tazas de aceite de oliva o girasol
- 2 tazas de orégano fresco
- Un mortero
- Un frasco de vidrio para envasar
Preparación:
Lava las ramitas de orégano, déjalas que se sequen y machácalas en un mortero colocando de a poco el aceite, hasta hacer una pasta. Coloca la mezcla en el envase y llénalo con aceite.
Revuelve y deja macerar 2 semanas en un sitio oscuro y fresco.
De esta forma puedes hacer diferentes aceites saborizados y usarlos para cocinar, como por ejemplo saltear las verduras, engrasar una fuente de horno para hacer una pizza, condimentar las pastas o simplemente dejarlos en la mesa junto con otros aceites saborizados con hierbas para darle un toque natural y sabroso a las comidas, como el albahaca o el aceite de chile casero..