Es una planta astringente, antiséptica, y se le atribuyen propiedades antidiabéticas.En Medicina popular se ha empleado contra innumerables dolencias, pero a menudo sin fundamento.
Por su contenido en arbutina puede producir efectos parecidos a los de la gayuba, no sólo en cuanto a la vejiga y vías urinarias, sino también en ciertas enfermedades intestinales.En este caso, las tisanas que se preparan con las hojas regularizan las deposiciones, que pierden su fetidez, y evitan la producción de gases intestinales.
También favorecen la expulsión de las pequeñas lombrices llamadas oxiuros.El uso popular del arándano contra la diabetes fue tomado en consideración por la Medicina científica hace unas décadas. Algunos médicos norteamericanos (y, más concretamente Allen) han utilizado una mirtilina extraída de las hojas con el nombre de insulina vegetal. Este producto tendría no pocas de las virtudes de la insulina sin algunos de sus inconvenientes.
Otros autores, experimentando en animales, han confirmado los dictámenes americanos. Tratándose de diabetes poco o medianamente graves, H. Seel cree que con una medicación prolongada, a base de hojas de arándano, no sólo disminuye el azúcar expulsado con la orina sino también el contenido en la sangre.Otros facultativos, en cambio niegan esta acción hipoglucemiante o le conceden poca importancia. Oettel cree que el aumento de glucosa en la sangre, observada repetidas veces cuando se administran al paciente grandes cantidades de los frutos de arándano, es producido por la hidroquinona libre que, en las hojas, puede llegar aproximadamente al 1 %.
Por su contenido en arbutina puede producir efectos parecidos a los de la gayuba, no sólo en cuanto a la vejiga y vías urinarias, sino también en ciertas enfermedades intestinales.En este caso, las tisanas que se preparan con las hojas regularizan las deposiciones, que pierden su fetidez, y evitan la producción de gases intestinales.
También favorecen la expulsión de las pequeñas lombrices llamadas oxiuros.El uso popular del arándano contra la diabetes fue tomado en consideración por la Medicina científica hace unas décadas. Algunos médicos norteamericanos (y, más concretamente Allen) han utilizado una mirtilina extraída de las hojas con el nombre de insulina vegetal. Este producto tendría no pocas de las virtudes de la insulina sin algunos de sus inconvenientes.
Otros autores, experimentando en animales, han confirmado los dictámenes americanos. Tratándose de diabetes poco o medianamente graves, H. Seel cree que con una medicación prolongada, a base de hojas de arándano, no sólo disminuye el azúcar expulsado con la orina sino también el contenido en la sangre.Otros facultativos, en cambio niegan esta acción hipoglucemiante o le conceden poca importancia. Oettel cree que el aumento de glucosa en la sangre, observada repetidas veces cuando se administran al paciente grandes cantidades de los frutos de arándano, es producido por la hidroquinona libre que, en las hojas, puede llegar aproximadamente al 1 %.
Finalmente, las virtudes astringentes de esta planta se utilizan para atajar las hemorroides sangrantes, con lavados e irrigaciones del cocimiento de las hojas.La infusión de hojas de arándano se prepara con 1 onza de las mismas, trituradas o desmenuzadas, y 1 l. de agua hirviendo. Cuélese cuando se haya enfriado, sin antes haber quitado las hojas del agua. De esta infusión se toman 3 ó 4 tazas al día, en los casos de disentería crónica o de diabetes. No debe endulzarse.
Con 2 onzas de los frutos y 1 l. de agua se prepara el cocimiento se deja que hierva un cuarto de hora, y se cuela cuando está ya frío.
Para la cura de arándanos, como para la cura de uvas, se toma el fruto fresco, y en cantidad de 0 5 a 1 kg. por día. Aprovecha, sobre todo, para regularizar las funciones intestinales y evitar las fermentaciones pútridas.
Con 2 onzas de los frutos y 1 l. de agua se prepara el cocimiento se deja que hierva un cuarto de hora, y se cuela cuando está ya frío.
Para la cura de arándanos, como para la cura de uvas, se toma el fruto fresco, y en cantidad de 0 5 a 1 kg. por día. Aprovecha, sobre todo, para regularizar las funciones intestinales y evitar las fermentaciones pútridas.