Por su bajo precio y su rapida preparacion, estos productos son consumidos en tiendas, minisupers, puestos callejeros, cooperativas escolares e incluso en las zonas mas apartadas y pobres del pais, a donde llegan con las despensas de ayuda. Pero tambien son adquiridos para consumo domestico, por aquello de las prisas. Asi, las sopas instantaneas, que llegaron a nuestro pais en 1988 para ser vendidas como una botana ocasional, se han instalado en la dieta baisca de los mexicanos y han desplazado a verdaderos alimentos, como el frijol.
Una investigacion realizada por el semanario Dia Siete, advertia que para julio de 2005 los mexicanos ya consumian 4.5 millones de vasos de sopa instantanea al dia, lo cual implicaba un riesgo para su salud de la poblacion por los desodenes alimenticios que esto ocasionaba.
Contra la salud. Por ejemplo, nuestras necesidades diarias de 2 gramos de sodio suelen verse superadas, pues tan solo un vaso de sopa contiene 1.2 gramos. La ingesta excesiva de sodio produce hipertension. "Le llaman el asesino silencioso porque no se manifiesta mas que en la presion arterial", pero puede ocasionar accidentes vasculares cerebrales.
Las sopas instantaneas representan otra amenaza: "El consumo excesivo de estos productos puede incrementar el riesgo de enfermedades cronicas como la diabetes".
Otro elemento a considerar en las sopas instantaneas es el glutamato monosodico, sustancia que potencia el sabor pero tambien genera hambre ansiosa, pues bloquea los mecanismos inhibidores del apetito.
"Nuestra salud ya es muy mala... con un 70% de sobrepeso y obesidad en poblacion mayor de 18 años", afirma el doctor Salvador Villalpando, del Instituto Nacional de Salud Publica. Para el, la invasion de las sopas rapidas es literalmente "una epidemia".
Por todo lo anterior, no es recomendable que este producto lo consuman niños, ni mucho menos las personas obesas, diabeticas o hipertensas.
Contra la nutricion. A estos riesgos se suma el casi nulo valor nutricional de estas sopas. Al ser un producto con abundancia de carbohidratos refinados y con bajo aporte de fibra, su consumo regular propicia obesidad y se asocia al riesgo de contraer enfermedades cronico-degenerativas, como la diabetes tipo II. Asimismo, el exceso de sodio puede sobrecargar el trabajo del riñon.
Si lo comparamos con 100 gramos de tortillas, un vaso de estas sopas (de 64 gramos) contiene 30% mas kilocalorias, 700% mas grasa, carece de fibra y posee 1.2 gramos de sodio (elemento ausente en las tortillas). Pese a ello, las sopas instantaneas han ganado el mercado que han perdido autenticos alimentos como el frijol, cuyo consumo por persona cayo de 18 kilos al año en 1994 a 9.9 kilos en 2003, al tiempo que caia el consumo de maiz en 30%.
Para colmo, analisis de laboratorio revelaron que estas sopas poseen un menor contenido de proteinas del que dice su etiqueta, pero mas grasas.
El gran negocio. En 1988, los mexicanos consumian 73 mil 920 sopas a la semana, procedentes de Estados Unidos. En el 2004, la cifra subio a 134 millones 600 mil sopas a la semana, para una venta de 4.5 millones de sopas al d�a, el 15% del consumo mundial. De hecho, del total de sopas y caldos que exporta Estados Unidos, Mexico compra el 67%.
Las sopas se venden sobre todo en el DF, Estado de Mexico, Guadalajara, Sinaloa y Monterrey. Por sector, son los mexicanos en pobreza extrema de Sinaloa, Nayarit, Sonora, Veracruz y Chiapas los principales consumidores.
Se estima que las sopas instant�neas tambi�n han desplazado a los tacos y las tortas, especialmente entre las mujeres, a pesar de que todos esos alimentos poseen una carga similar de calorias.
Maruchan ocupa el 86% del mercado mexicano de sopas instantaneas. El resto lo comparten Knorr, La Moderna, Nissin y marcas libres.
Ante las criticas por el infimo valor nutritivo de estos productos, la empresa Maruchan afirma que solo proporciona lo que la gente desea: sabor, precio y algo practico