Se sabe que los determinantes de la salud son muchos; unos de índole biológico, otros se relacionan con el medio ambiente y el estilo de vida, siendo la alimentación y la nutrición, junto con la actividad física factores muy determinantes para la salud.
Una alimentación saludable es aquella que contiene todos los nutrimentos que el individuo necesita, en cantidad y proporción adecuada. Para ello deben estar representados todos los grupos de alimentos con la frecuencia y ración adecuada, siguiendo las recomendaciones de cada nutrimento.
En la mayoría de las enfermedades, la nutrición tiene un papel muy importante, ya que ayuda a tener un mejor tratamiento, así como una excelente recuperación, haciendo que el paciente tenga una mejor calidad de vida.
A continuación, explicaré algunas de las enfermedades mas comunes en las cuales la nutrición tiene un papel muy significativo en su tratamiento.
La obesidad es el padecimiento relacionado con la alimentación más común en el mundo. Se considera que una persona es obesa si su peso es 30% mas alto que el peso normal aceptable, de acuerdo con la estatura, sexo y edad.
No existe una cura mágica para la obesidad, pero se puede lograr un peso más bajo y saludable si aumenta el nivel de actividad física y se reduce el consumo de energía (Kilocalorías). Para esto es importante consultar a un especialista de la salud, para que el tratamiento sea el adecuado y no hayas “rebotes”.
Existe una Norma Oficial Mexicana para el Manejo Integral de la Obesidad, que se publicó el 12 de abril del 2000 en el Diario Oficial de la Federación. Esta norma establece los lineamientos sanitarios para regular el manejo integral de la obesidad, además señala las disposiciones que deben seguir los diferentes profesionales de la salud para los tratamientos médico, farmacológico, quirúrgico y nutricio, así como la infraestructura y el equipo con el que se debe contar. También hace referencia a las medidas preventivas y a los lineamientos que debe seguir la publicidad. Esta Norma define a la obesidad como la enfermedad caracterizada por el exceso de tejido adiposo en el organismo. Se determina la existencia de obesidad en adultos cuando existe un índice de masa corporal mayor de 27, y en población de estatura baja (mujeres menor a 1.50 m, y hombres menor a 1.60 m.) mayor a 25.
La obesidad puede tener consecuencias devastadoras para la salud y la felicidad. A nivel emocional, puede producir depresión y reducir el autoestima. A nivel físico puede provocar dificultad para respirar, dolor de piernas y tobillos hinchados; daño en las articulaciones, causando osteoartritis, sobretodo en rodillas y caderas. Las personas con obesidad tienen mayor probabilidad de desarrollar hipertensión arterial, diabetes mellitus, problemas en la vesícula biliar, gota, enfermedades cardiovasculares, ateroesclerosis, algún tipo de cáncer, entre otras.
La obesidad se origina por una combinación de exceso de comida o sobrealimentación, y falta de actividad física. Si se come mas energía de la que se gasta, ese excedente de calorías se almacena en el cuerpo como grasa, esto trae como consecuencia el aumento de peso.
Estas enfermedades son consecuencia de la interrupción de la corriente sanguínea al corazón y del corazón al cuerpo.
La principal causa de esto es la Ateroesclerosis que es el endurecimiento y oclusión de las arterias. Este endurecimiento se relaciona con un depósito graso que forma una placa llamada “Ateroma”, que esta presente en la pared de las arterias. Este ateroma se desarrolla lentamente durante muchos años, pero crece con mas rapidez en personas fumadoras y en quienes tienen niveles muy altos de colesterol. Alrededor de los 50 años, los hombres se ven afectados por la ateroesclerosis; en las mujeres es diferente, ya que durante su etapa reproductiva, los estrógenos mantienen bajos las concentraciones de colesterol, pero cuando llega la menopausia, éstos niveles tienden a aumentar, desarrollándose la ateroesclerosis.
Al tener las arterias endurecidas, son menos elásticas y no se distienden con facilidad, por lo tanto la presión sanguínea aumenta en ellas y el flujo sanguíneo a los tejidos disminuye. Si las arterias pegadas al corazón están afectadas, pueden presentarse alteraciones cardiacas, angina de pecho e infartos.
Para prevenir la ateroesclerosis, es recomendable no fumar o dejar de fumar, evitar los alimentos ricos en grasas animales y ricos en colesterol como es el caso del huevo (la yema tiene el colesterol del huevo), si que si se les antoja un huevo, puede ser sólo las claras, ya que estas no tienen colesterol); también se debe evitar el consumo excesivo de café porque algunas sustancias del café contribuyen a aumentar el colesterol. Aumentar en la dieta frutas y verduras, así como aceites vegetales como el de oliva; aumentar el consumo de pescados como sardina, salmón, arenque, atún fresco, ya que contienen un aceite llamado W-3 el cual evita el engrosamiento de las arterias. La mejor protección se obtiene de la actividad física, un buen entrenamiento puede ayudar a evitar estas enfermedades.
a hipertensión o la presión arterial alta, puede ser ocasionada por problemas en el riñón, desequilibrios hormonales, y obesidad.
La hipertensión ocurre como resultado de una resistencia aumentada al flujo de sangre de los vasos sanguíneos pequeños que tienen paredes musculares; la mayoría de los casos la presión arterial elevada es causada porque éstos vasos sanguíneos pierden su capacidad de relajarse de forma normal.
La hipertensión aumenta el riesgo de sufrir un ataque, debido al estrechamiento o ruptura de algunos vasos sanguíneos del cerebro. Puede engrosar o reventar los vasos sanguíneos en la parte posterior de los ojos, produciendo visión borrosa o ceguera, también puede dañar los riñones y producir insuficiencia renal. Al combinar la hipertensión con un nivel alto de colesterol en la sangre, se acelera la ateroesclerosis.
Aparte del medicamento un cambio a una dieta saludable y bien equilibrada es el mejor tratamiento para la hipertensión. Evitar el alcohol ayuda a disminuir con rapidez la presión arterial en personas que beben en exceso; en personas obesas, también hay una disminución de la presión arterial si se reduce el peso de forma gradual; la pérdida de peso acelerada, seguida por una recuperación de mismo, pueden aumentar el riesgo de esta enfermedad.
También una reducción en el consumo de sal ayuda a disminuir esa hipertensión, sobretodo los alimentos procesados, encurtidos, ahumados y salados. Aumentar el consumo de frutas y verduras (en pacientes con enfermedad renal hay que tener especial cuidado porque hay que disminuir el potasio), pescado fresco.
El ejercicio regular ayuda a disminuir la presión arterial, aunque si una persona con hipertensión arterial grave no diagnosticada, empieza a hacer ejercicio riguroso, corre el riesgo de tener un ataque cardiaco, por lo que es recomendable empezar con una actividad tranquila y aumentar el ritmo de forma gradual, así como la intensidad y la duración; por lo anterior es muy importante consultar a un especialista de la salud antes de comenzar cualquier rutina de ejercicio.
Es importante mencionar que el ejercicio también ayuda a controlar el estrés, el cual influye en la hipertensión.
Este es un padecimiento que afecta con mayor frecuencia a las mujeres de mediana edad y a las mujeres mayores. Los huesos se debilitan y se quiebran, por lo que las personas que sufren esta enfermedad son más vulnerables a las fracturas, incluso a accidentes menores. Las zonas de mayor riesgo son las caderas, muñecas y columna vertebral.
Los huesos se reemplazan de forma continua. Unas células llamadas “osteoclastos” devoran el hueso existente, depositando el calcio en el torrente sanguíneo; otras células llamadas “osteoblastos” forman nuevos huesos y depositan calcio en ellos. En los jóvenes y las personas sanas existe una actividad igual en ambos tipos de células, dando como resultado que la masa y la estructura ósea se mantengan.
Con la edad se pierde más calcio de los huesos que el que se recupera, perdiendo densidad ósea. Las mujeres son mas propensas a esta enfermedad que los hombres, debido a que con la menopausia, se pierden las hormonas llamadas estrógenos, que disminuyen la pérdida ósea. Aunque las mujeres posmenopáusicas corren mayor riesgo, algunas mujeres jóvenes pueden padecerla también; esto es debido a una cantidad muy baja de grasa en el cuerpo, periodos menstruales irregulares o no existentes y niveles bajos de estrógenos. Un peso corporal bajo también aumenta el riesgo de osteoporosis porque ocasiona una menor presión en los huesos (la presión aumenta la densidad ósea), la grasa corporal promueve la producción de estrógenos.
Los huesos están formados de calcio, entre otras sustancias, debido a esto es importante el consumo de alimentos ricos en calcio, como los lácteos, verduras de hoja verde, sobretodo en la adolescencia. El cuerpo humano, necesita de la vitamina D para absorber el calcio, ésta vitamina se encuentra en alimentos como pescados, huevos, leche y alimentos enriquecidos con esta vitamina; por lo tanto es muy importante que se consuman alimentos ricos en calcio y en vitamina D, para que en verdad se absorba el calcio en los huesos.
El consumo de sal y alcohol debe limitarse porque aceleran la pérdida de calcio. El consumo de cafeína no debe exceder de 3 o 4 tazas de café al día, ya que la cafeína elimina el calcio del torrente sanguíneo. El fumar aumenta el riesgo de desarrollar osteoporosis porque interfiere con la producción de estrógenos.
El ejercicio regular pero no excesivo, desde una edad temprana, es otra medida preventiva muy importante; también es recomendable para las personas que ya tienen osteoporosis para aumentar el tono muscular.
La glucosa es una fuente de energía importante para el organismo, sin embargo, si se encuentra en exceso es malo. Demasiada glucosa en la sangre se conoce como un trastorno llamado Diabetes Mellitus.
Los hidratos de carbono que se obtienen de los alimentos que contienen azúcar o almidones, incrementan las concentraciones de glucosa en la sangre. En condiciones normales, el equilibrio adecuado es restaurado de manera inmediata por la insulina, que es una hormona producida en el páncreas. Si la producción de insulina en el organismo es muy baja o deficiente, la concentración de glucosa aumenta, en esto básicamente consiste la diabetes.
El tratamiento consiste en llevar una dieta equilibrada y controlada que limite el consumo de hidratos de carbono simples.
También se pueden seguir las siguientes recomendaciones:
- Evitar el sobrepeso
- Comer con regularidad sin omitir ninguna comida
- Consumir alimentos ricos en almidones y fibra
- Disminuir el consumo de alimentos azucarados
- Aumentar el consumo de verduras y frutas frescas, teniendo importante cuidado en las frutas muy dulces, enlatadas y secas.
- Asegurar el comer carnes, huevo y queso.
- Disminuir el consumo de grasas animales
- Limitar el consumo de sal y alimentos salados
- Limitar el consumo de alcohol
Como en cualquier enfermedad, es muy importante que se consulte con un especialista; en esta enfermedad es primordial acudir con un nutriólogo que lo oriente en qué alimentación es la adecuada para evitar que la glucosa aumente.
La mayoría de las enfermedades están íntimamente vinculadas con la alimentación, pero es importante la prevención de las mismas teniendo un adecuado plan alimentario, por lo cual es elemental consultar con el nutriólogo antes de iniciar cualquier dieta, sobretodo si se tiene alguna enfermedad o si se tiene propensión a las enfermedades.
Es una enfermedad inflamatoria del colon o recto, y es mucho más frecuente en mujeres que en hombres. La aparición de esta enfermedad se registra entre los 20 y 25 años; el pronóstico depende de la gravedad y de la duración de la misma, activa. Cuando la enfermedad se encuentra activa produce inflamación, en ocasiones más graves sangrado y ulceración de la membrana que cubre al colon, esto ocasiona dolor y a veces diarrea.
La nutrición adecuada es muy importante en la colitis; hay que incluir cantidades adecuadas de energía, proteínas, vitaminas A, C, D, B12, ácido fólico, calcio, hierro y Zinc, así como el consumo de una mayor variedad de alimentos sin exacerbar la inflamación.
Algunos alimentos que se deben incluir en la dieta son: hígado una vez por semana (para obtener vitamina A, B12 y hierro), frutas y verduras anaranjadas como zanahoria, naranja (para obtener vitamina A). salmón y sardina frescos (para vitamina D); pescado fresco (para vitamina B12); verduras de hoja verde oscuro como espinacas, brócoli, acelgas (contienen ácido fólico y fibra soluble). Otra manera de evitar esta enfermedad es mediante la canalización del estrés, ya sea por medio de ejercicio de relajación o de actividades que nos ayuden a liberarlo, como es el ejercicio aeróbico.
Los síntomas que caracterizan esta enfermedad son la sensación de ardor en la boca del estómago, ocasionando agruras, acidez, náusea y flatulencia. Esto es debido a una inflamación de la mucosa del estómago.
Las causas de esta enfermedad son los excesos en el consumo de alcóhol, el consumo de alimentos muy condimentados, la ingesta de grasas, el estrés, la cafeína, y la nicotina del cigarro; esto hace que se secrete ácido en el estómago, ocasionando la inflamación de las mucosas y por lo tanto ardor. Las comidas regulares, pequeñas y ligeras pueden ayudar a aliviar el malestar. El consumir mucho agua, fruta como el plátano, manzana, pera, arroz blanco hervido, pollo cocido, son los alimentos más recomendados en el caso de tener gastritis severa.
Esta enfermedad se presenta cuando una parte del estómago forza su entrada hacia el pecho, debilitando el esfínter hiatal, provocando que los ácidos grasos del estómago fluyan hacia el esófago; esto puede producir agruras crónicas, indigestión, flatulencia, ardor.
Para evitar estos síntomas es necesario el consumo de pequeñas comidas racionadas durante el día, es decir comer 4 o 5 veces al día; dejar de fumar para disminuir la acidez gástrica; evitar las comidas muy grasosas y ácidas; dormir con la cama en 45 grados para evitar el paso del ácido al esófago; evitar refrescos, no acostarse después de comer; los alimentos ideales para esta enfermedad son los mismos que recomiendo para las enfermedades anteriores.
Las hemorroides son venas inflamadas en el ano que producen comezón o dolor. Las causas más comunes es el estreñimiento prolongado, el permanecer sentado durante periodos prolongados, la obesidad. El estreñimiento se da comúnmente por comer cantidades excesivas de alimentos que contiene poca o nada de fibra y no beber suficiente agua.
Para ayudar a evitar las molestias es importante que se ingieran alimentos ricos en fibra, como las frutas y verduras (manzana, pera, ejotes, verduras de hoja verde cocidas), cereales integrales (como avena, pan, arroz integral) y mucha agua; hay que reducir los azúcares refinados y evitar los alimentos muy condimentados.
Si una persona come muchos alimentos ricos en grasas, azúcares y alcóhol, su hígado puede deteriorarse.
El hígado es el principal desintoxicante del organismo; elimina y neutraliza toxinas, medicamentos, nicotina y alcohol de la corriente sanguínea; también almacena la glucosa en forma de glucógeno para mantener la concentración adecuada de glucosa en sangre, produce proteínas importantes y descompone los excesos de proteínas; produce la bilis para descomponer las grasas y hacerlas digeribles. Estas funciones se ven alteradas debido al deterioro del hígado por enfermedades como la hepatitis, por exceso de medicamentos, drogas y/o alcóhol.
Para disminuir la carga de trabajo del hígado, es mejor seguir una dieta con un bajo contenido de grasas animales, de azúcares, de café o té, evitar el alcóhol y alimentos muy condimentados, y aumentar los alimentos ricos en vitamina C (frutas cítricas como naranja, limón, toronja, guayaba), vitamina B12 (hígado, pescado), ácido fólico (hígado, verduras de hoja verde).
En la actualidad es muy común enfermar a causa del ritmo de vida que se vive, porque hay que comer fuera de casa, el tráfico, las prisas, las modas, etcétera; por esto, es muy importante tratar de cuidar la alimentación, relajarse, disminuir o quitar de los hábitos el fumar, el beber alcóhol, de tomar café, si se quiere consumir café que sea descafeinado; aumentar el consumo de frutas y verduras y de agua, ejercitarse de 20 a 30 minutos diarios, preferentemente el ejercicio cardiovascular, esto ayudará a la relajación, a obtener energía, y estar más saludables física y mentalmente.