Estos son los hábitos y cuidados preventivos más importantes que debes de tener, a partir de los cuarenta:
- No fumar o dejar de fumar.
- Tener una actividad física o deporte razonable. Se debe de combatir el sedentarismo con un deporte que no sea de alto riesgo. Buscar una constancia en la práctica diaria de al menos 30 minutos de ejercicio que demande un esfuerzo sostenido de nuestro corazón es más útil que la práctica semanal de algún deporte extenuante, según los médicos.
- Comer de manera equilibrada e ingerir alcohol con moderación. El equilibrio, la moderación en cantidad y sobre todo el disfrute de la situación, de la compañía, de los sabores, aromas y estética de la comida y de un buen vino son la clave para mantenerse sanas.
- Buscar el bienestar mental, el sentido profundo y no superficial de la vida, disfrutar de los momentos, manifestar los sentimientos y reírse más. Estos son factores tanto o más importantes que los medicamentos para la salud en la segunda adolescencia.
- Aprender a cuidarse. La revisión y la atención inmediata de cualquier síntoma, los movimientos no forzados para la columna vertebral, los huesos y músculos en general, son indispensables a partir de esta etapa de la vida. Se puede lograr esto si se busca la forma de sustituir un hábito nocivo por uno saludable, por lo menos una vez al año. Se requiere también de estar mejor informado de las posibles enfermedades que se pueden tener y de los tratamientos.
Lo más importante es tener la decisión de estar sanos y actuar en consecuencia.