Desde la antigüedad la gente ya utilizaba cosméticos de diferentes materiales tanto de origen natural como de sustancias muy venenosas que incluso ahora resultaría prohibido su uso. Por ejemplo, se han encontrado evidencias acerca de que los egipcios hace 7,000 años usaban antimonio (Sb) en polvo y malaquita, un mineral de cobre de color verde, como sombra para los ojos.
Asimismo, los faraones egipcios utilizaban aceites perfumados para el cabello, en el 3,500 A.E.C. Claudius Galeno, médico griego del siglo II E.C. inventó la “cold cream” al mezclar aceite vegetal con agua y cera de abejas obteniéndose una crema fácil de aplicar al cuerpo dando elasticidad y frescura a la piel.
Los romanos utilizaron más que los griegos los cosméticos. Sus mujeres se teñían el pelo y utilizaban cremas acondicionadoras, las cuales contenían algunos elementos como la pimienta mezclada con excremento de rata y una de las maneras de acabar con el vello corporal era a base de arsénico. Los caballeros elegantes de la Europa del siglo XVII utilizaban cosméticos en abundancia, a menudo para ocultar el hecho de que casi nunca se bañaban. Las damas europeas del siglo XVIII blanqueaban su rostro con carbonato de plomo (PbCO3) y muchas murieron por envenenamiento con plomo.
También usaban el fósforo rojo como colorante para añadir un toque de color a las mejillas, y el cinabrio amarillo (HGS) daba brillo a los labios. Se acentuaba la intensidad de los ojos usando sombra de oropimente (As2S3) y rimel de estibinita (Sb2S3). Como te habrás dado cuenta dichos cosméticos solían contener venenos metálicos como plomo, arsénico, mercurio y antimonio, los mismos que a pesar de ser un recurso para resaltar la belleza, eran a su vez un riesgo para la salud.
Aunque en la actualidad, los cosméticos son elaborados con menor cantidad de sustancias tóxicas y tras varias pruebas que pueden garantizar que no son dañinos para la salud, ten mucho cuidado, pon atención y lee muy bien las etiquetas de este tipo de productos cuando vayas a comprarlos.
Muchas clases de cosméticos pueden causar dermatitis alérgica por contacto debido a que estos productos son usados en la piel, ésta absorbe hasta un 60% de lo que le aplicamos y a través de ella se depositan directamente en nuestro torrente sanguíneo, por lo que pueden llegar a causar desde irritación, urticaria y acné hasta cáncer.
Rimel, sombras y desmaquillantes pueden provocar también conjuntivitis y blefaritis, una inflamación del tejido que forma el párpado y provoca una reacción escamosa en la que a veces aparecen abscesos o pequeñas protuberancias debido a la inflamación crónica de las glándulas sebáceas de los párpados, lo que deriva en infección y para lo cual se deben administrar antibióticos.
Algunos labiales, sobre todo los de larga duración, es decir, los que no se despintan después de varias horas, tienen alto contenido de plomo. Otros productos que pueden causar problemas incluyen los perfumes, el esmalte de uñas, los tintes para el cabello, los labiales y algunos protectores solares.
A continuación te listamos algunas de las sustancias que pueden contener los cosméticos y cuyo uso es mejor que trates de evitar:
- Petrolato: Jalea de petróleo comúnmente utilizada para los labios. Llega a interferir con el mecanismo de hidratación propio del cuerpo, provocando unos labios incluso más secos.
- Metileno, propileno, butilometil parabeno: Son sustancias que pueden provocar alergia en el cutis, pero se añade a la fórmula de los cosméticos para que su caducidad sea más tardía.
- Fenoxietanol: Se trata de un éter glicólico utilizado como bactericida en cremas y otros productos; además, es fijador en perfumes y repelentes.
- Imidazolidinyl urea y diazolidinyl urea: Se usan como conservadores, sin embargo llegan a causar irritación en la piel.
- Copolímero PVP/VA: Ingrediente resistente al agua que se encuentra en los protectores solares, máscaras para pestañas y labiales, es un químico derivado del petróleo.
- Trietanolamina: Utilizada para ajustar el pH en los cosméticos; puede causar sequedad.
- Parafenilendiamina: Presente en los tintes permanentes y es la causa más frecuente de dermatitis alérgica por contacto.
- Alfa-hidroxi-ácidos (AHA): Utilizado en cremas faciales para suavizar las arrugas, fíjate que en la etiqueta el fabricante advierta sobre el riesgo de sufrir quemaduras solares y si lo usas aplica también alguna loción bronceadora y evita estar por períodos prolongados bajo el sol.
Recuerda leer cuidadosamente la etiqueta de los cosméticos antes de comprarlos, ya que al no preocuparnos por la calidad de lo que consumimos estamos fomentando, inconscientemente, una baja calidad real de los productos.
Si tienes alguna duda sobre algún producto, llama y consulta a la compañía que lo fabricó. También puedes acudir a la dependencia de gobierno que regule la fabricación y comercialización de cosméticos en tu país. En México la responsable de regular la producción y comercialización de toda clase de cosméticos, entre los que destacan los relacionados con la perfumería, la belleza y el aseo, así como los servicios derivados de esas actividades, es la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), órgano descentralizado de la Secretaría de Salud.
Consulta a tu médico ante cualquier reacción alérgica o molesta que presentes con el uso de algún producto cosmético, no te automediques, ni te hagas algún remedio informal, porque ello podría complicar tu condición.