El gobierno municipal tiene otorgados 928 permisos para vender comida callejera, de ellos, 108 son a vendedores de fruta, en su mayoría ambulantes, y 447 de tacos, el resto, se dividen entre hamburguesas, hot dog, elotes, tamales y otros alimentos.
En la calle existe venta de banderillas, elotes, hamburguesas, pollo empanizado, baguet, pricipalmente harinas y grasas, mientras que la fruta solo se encuentra en paleterías que las venden como un cóctel con crema, similar a las fresas con crema, pero no hay ventas de fruta con yogurt preparada como se acostumbra en las dietas saludables con granola o miel.
Esto repercute en la salud, pues más de la mitad de los pacientes que atiende el Seguro Social, acuden al médico por enfermedades asociadas al sobrepeso, cuyos padecimientos, pudieron prevenirse procurando una alimentación sana y balanceada.
Algunos, comentan que es más caro comprar una comida “chatarra” que los alimentos sanos, no solo la preparada, sino también la que se vende en el supermercado, y es una de las causas por las que muchas personas optan por alimentos chatarra.
En un recorrido por supermercados, se constató que un kilogramo de manzanas oscila entre los 26 y los 34 pesos, en tanto que una bolsa de frituras grande, oscila entre los 11 y los 24 pesos.
Una orden de tacos, una hamburguesa, una torta o un burrito, se compran hasta en 12 pesos, mientras que un cóctel de frutas en un puesto, oscila entre los 17 y los 45 pesos, y no se encuentran tan inmediato como cualquiera de las comidas mencionadas que se venden prácticamente en todas las colonias de la ciudad.
En el supermercado, un litro de yogurt natural, cuesta alrededor de 30 pesos, el kilogramo de kiwi 67 pesos, el melón 13, la uva 49, el durazno 34, el pepino 19, el nopal 21.45, la papaya 18.45, el mango 25, el brócoli 18, la zanahoria 17.50, la calabaza 13 y la pera 28 pesos.
En contraste las frituras cuestan en algunos casos menos que un kilogramo de fruta o verdura. Los chicharrones de cerdo valen 18 pesos, las palomitas acarameladas 20, los ruffles 24, los doritos 15, la coca cola grande 16, una pieza de pan de 2.50 a 5 pesos, una caja de galletas 20 pesos.
Los alimentos vendidos en los puestos de comida, no son regulados por ninguna autoridad, ya que el Ayuntamiento les otorga los permisos para que operen, sólo con la condición que tomen un curso de concientización y capacitación de medidas higiénicas impartido por la Comisión Estatal para la Protección Contra los Riesgos Sanitarios (Coespris).
Esta dependencia no tiene facultad legal para vigilar a quienes operan en la informalidad, de manera que solo vigilan a los restaurantes, carnicerías y otros establecimientos que operan dentro de la formalidad o legalidad, y no a los puestos de comida.
El Artículo 115 Constitucional de Chihuahua, define cuáles son las facultades de los ayuntamientos en salud pública, pero éstos no cuentan con personal o infraestructura suficiente para determinar si un alimento es sano o no, ni tampoco tienen la capacidad de determinar si un vendedor está enfermo o sano, al momento de preparar alimentos, lo cual también puede ser un riesgo para la salud de los consumidores.
La iniciativa presentada que proponía obligar a vender comida nutritiva en lugar de chatarra en las escuelas, no fue aprobada debido a que los diputados no tienen facultad para prohibir la venta de alimentos que aunque son malos en exceso no son ilícitos.
En México existe el libre mercado, por lo cual, se vieron imposibilitados para impedir que se vendan frituras y refrescos en las escuelas y se limitaron a exhortar a las autoridades escolares para que creen campañas de alimentación balanceada.
Legalmente, la educación que imparte el estado, obliga a que los maestros lleven programas educativos en los que enseñen a comer saludable a los niños, y las direcciones de las escuelas son las únicas que pueden crear en su reglamento interno la venta de comida sana en lugar de frituras.
El Artículo 8 de la Constitución establece que en las escuelas se debe crear conciencia de la preservación de la salud a través de la alimentación saludable, el ejercicio físico y estimular la practica del deporte.
En las escuelas la venta de comida consiste en burritos, hot cakes, gorditas, hot dog entre otros alimentos hechos a base de harinas, además de que se continúan vendiendo frituras, al interior y al exterior, a la hora de entrada y salida de los menores.
Los “dorinachos”, parecen ser el refrigerio favorito de los niños, los cuales consisten e frituras conocidas como doritos bañados en queso amarillo, queso blanco y en ocasiones hasta elote y chile.