Un estudio británico publicado en el "British Journal of Urology International" asocia el apetito sexual de los hombres en su juventud con el riesgo de desarrollar un cáncer de próstata en una edad más avanzada. La investigación, que se basa en un cuestionario realizado a 809 hombres por la Universidad de Nottingham (centro de Inglaterra), indicó que los hombres que afirmaron tener más relaciones sexuales y masturbarse más entre los 20 y los 30 años tenían más probabilidades de padecer cáncer. El equipo de investigación, dirigido por el doctor Polyxeni Dimitropoulu, interrogó sobre sus hábitos sexuales a 400 hombres diagnosticados con cáncer de próstata y a otros 409 que no padecían la enfermedad. Les preguntaron, entre otras cosas, con qué frecuencia mantuvieron relaciones sexuales desde la pubertad, con cuántas personas tuvieron sexo y si alguna vez habían padecido infecciones venéreas. En ambos grupos, en torno a 59% dijo haber practicado el sexo doce veces al mes o más cuando tenían unos 20 años, mientras que esa proporción caía a alrededor de 48% a los 30 años, 28% a los 40 y 13% a los 50. Una de las principales diferencias entre ambos grupos era que en el de los enfermos de cáncer casi dos quintos había tenido seis parejas o más en comparación con menos de un tercio de los hombres sanos. Además, entre los enfermos de cáncer de próstata, 40% mantuvo relaciones o se masturbó 20 veces al mes o más a los 20 años, frente a 32% de los entrevistados que no padecían la enfermedad. Las diferencias de hábitos sexuales entre los dos grupos se acortaban a medida que avanzaba la edad, lo que sugirió a los investigadores que la disparidad determinante se produce en la juventud. Dimitropoulu señaló que lo que diferenciaba su estudio de otros anteriores era que se centró en investigar los años de juventud y que se tuviera en cuenta tanto el acto sexual como la masturbación en varias etapas de la vida. En cuanto a las conclusiones, el doctor afirmó que es posible que una mayor presencia de hormonas en algunos hombres fuera la responsable tanto de un mayor apetito sexual entre los 20 y los 30 años como del posterior desarrollo del cáncer de próstata. Dimitropoulu observó que "las hormonas parecen desempeñar un papel determinante en el cáncer de próstata", y, de hecho, "es muy común tratar a los enfermos con fármacos para reducir las hormonas que se cree estimulan las células cancerígenas".