La hiperactividad o trastorno de déficit de atención en los niños pueden ser algunos de los casos que pueden mejorar muchísimo con los ácidos grasos. ¿Son los ácidos grasos tipo Omega 6 una ayuda real en casos de hiperactividad o déficit de atención?
¿Qué son y para qué sirven los ácidos grasos EPA y DHA?
Los ácidos grasos EPA y DHA están presentes en todas las células de nuestro cuerpo y especialmente en nuestro sistema nervioso.
El EPA es un ácido graso Omega-3 y participa en el buen funcionamiento y buena comunicación de las células, especialmente a nivel del sistema nervioso. También parece colaborar en una buena circulación cerebral.
El DHA es también un ácido graso del tipo Omega-3 pero con una función más estructural y por ello es muy importante durante los primeros meses del embarazo ya que es cuando se forma el sistema nervioso del feto.
En resumen diríamos que el DHA se encarga de la buena estructura cerebral y el ácido graso EPA se ocupa del buen funcionamiento o "rendimiento" mental. El EPA es precursor del DHA, por eso es importante que se tomen juntos a fin de buscar una mayor eficacia.
Déficit de ácidos grasos EPA y DHA en nuestra dieta y en la Hiperactividad
El pescado azul es una de las fuentes más habituales de Omega-3 conteniendo buenos aportes de EPA y DHA pero también los podríamos obtener de las nueces, aceite de borraja, de onagra y de cáñamo para consumo alimentario.
Hoy en día por desgracia nuestra dieta suele ser muy desequilibrada y con alimentos muy refinados; por ello el déficit de ácidos grasos, tanto de Omega-3 como de Omega-6 es de lo más habitual. Este déficit podría ser, entre oros factores, el responsable del aumento de desórdenes mentales infantiles (también en adultos) como el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), dislexia (dificultades específicas en la lectura), agresividad, etc.
Hasta la fecha el único tratamiento era a base de medicamentos como derivados del metilfenidato.
El estudio Oxford-Durham: suplementación con ácidos grasos EPA y DHA
Este estudio ha supuesto un gran avance para ver la eficacia de los ácidos grasos poliinsaturados en casos de retraso escolar, dificultad de aprendizaje, hiperactividad, déficit de atención, agresividad y mala sociabilidad con la clase.
El estudio se llevó a cabo durante el año 2003 en el condado inglés de Durham con 117 niños en edad escolar (entre 5 y 12 años) especialmente elegidos con algunas de estas dificultades; no quiere decir que todos tuvieran todos los síntomas.
A una parte del grupo se les administró, durante tres meses, perlas de ácidos grasos EPA, DHA y aceite de Onagra; y a la otra parte solo perlas con aceite de oliva.
Lo alentador del estudio es que las mejoras fueron muy evidentes a nivel de aprendizaje (comprensión de la lectura, velocidad de deletreo, capacidad de concentración) y especialmente en el comportamiento.
Se abre, pues, una nueva puerta a tratamientos naturales para la Hiperactividad, dislexia, trastorno de déficit de atención y otros problemas de aprendizaje o comportamiento infantil.
Tipo y dosis de ácidos grasos EPA y DHA utilizados en el estudio
En los casos de Hiperactividad y trastornos de déficit de atención, el suplemento natural que se administró a los chicos consistía en 6 perlas o cápsulas al día que contenía un 80% de aceite de pescado, Omega-3 (aportan 558 mg. de ácido eicosapentaenoico o EPA y 174 mg de ácido docosahexaenoico o DHA) y un 20% de aceite de onagra, Omega-6 (60 mg de ácido gammalinoleico) más 9.6 mg de vitamina E en forma natural o alfa-tocoferol.
Las cápsulas se tomaban 2 antes del desayuno, almuerzo y cena.
Conclusiones sobre el uso de ácidos grasos en casos de déficit de atención
Queda mucho camino por investigar y ver si las proporciones de Omega-3 y omega-6 son las optimas, la dosis y si hace falta algún otro tipo de suplemento.
De momento los resultados van en la línea de que los remedios naturales ricos en EPA y DHA si van a la causa del problema, en muchos casos de hiperactividad y/o trastornos de déficit de atención y pueden ayudarnos a regular de verdad el sistema nervioso sin las contraindicaciones que tienen, a menudo, los medicamentos.