sábado, 10 de febrero de 2018

COME GRASA Y ADELGAZA

El doctor Mark Hyman defiende la idea de que incluso las grasas saturadas, a las que por mucho tiempo se ha vilipendiado, deben ser parte de una dieta sana: `Creo que debemos deshacernos del dogma de que todas las calorías son iguales, y de que solo debemos ejercitarnos más y comer menos`. 


Muchos crecimos en una época en la que una dieta baja en grasas equivalía a un peso bajo y a una buena salud. Doctores, nutriólogos, científicos, el gobierno y los medios de comunicación nos lavaron el cerebro para que creyéramos que al comer grasa, nuestros cuerpos la transformarían en grasa corporal y que, peor aún, ésta taparía nuestras arterias. Pero nada de esto es científicamente correcto. Es un dato basado en ciencia incorrecta que ignora evidencia sustancial que demuestra lo contrario. Nuestro miedo a la grasa ha provocado un gordo desastre sanitario. 



Todo comenzó cuando, con base en lo que parecía ser un consejo sensato del gobierno, las dependencias de salud y la industria alimentaria, redujimos nuestro consumo de grasa, mismo que en realidad es el elemento principal para la pérdida de peso y el cuidado de la salud. Entonces sustituimos la grasa por azúcares y carbohidratos. En 1992 el gobierno estadounidense publicó su pirámide alimenticia. 

En la base de la pirámide se encontraban los carbohidratos, y se nos indicaba que debíamos consumir entre seis y once porciones diarias de pan, arroz, cereales y pasta. En la cima de la pirámide estaban las grasas y los aceites, y se nos decía que los consumiéramos lo menos posible. La industria alimentaria se trepó al tren de la locura por lo “bajo en grasa”, y produjo desde aderezos para ensaladas bajos en grasas, hasta yogurts sin grasa, etc.