La carencia de nutrientes o una mala alimentación puede estar asociada al desarrollo de enfermedades mentales, entre ellas la depresión, afirmó la nutrióloga de la Secretaría de Salud Jalisco (SSJ), Sigrid Pimentel Martín.
Por ello, recomendó llevar una dieta balanceada para combatir la depresión, ya que la alimentación es clave mejorar el estado de ánimo de las personas. “En la actualidad existen investigaciones científicas que relacionan la salud mental con la alimentación”, acotó.
La especialista subrayó también que se han identificado fuertes vínculos entre la depresión y otros trastornos y enfermedades no transmisibles.
“La depresión aumenta el riesgo de trastornos por uso de sustancias y enfermedades como la diabetes y las enfermedades del corazón. Por otra parte, las personas con estas condiciones tienen un mayor riesgo de depresión”, señaló Pimentel Martín.
Añadió que cierta evidencia sugiere que las dietas altas en grasas saturadas y azúcar podrían estar asociadas con el desarrollo de problemas de salud mental. “La depresión también puede estar relacionada con una dieta desordenada y errónea”.
Afirmó que la depresión es la principal causa de problemas de salud y discapacidad en todo el mundo. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 300 millones de personas viven con depresión, un incremento de más del 18 por ciento entre 2005 y 2015.
En personas con distintos tipos de enfermedades mentales se ha encontrado una carencia de los siguientes nutrientes, ácidos grasos poliinsaturados - omega 3 (pescados y aceites de plantas).
Además, minerales como zinc (carnes, granos, legumbres y leche), magnesio (vegetales de hojas verdes, nueces, granos), hierro (carne roja, vegetales de hojas verdes, huevos, algunas frutas).
Asimismo, vitaminas del complejo B (vegetales de hojas verdes y cereales fortificados, lácteos, levadura y granos. Vitaminas antioxidantes, como la C y la E (frutas y vegetales). Aminoácidos y neurotransmisores (triptófano, fenilalanina, tirosina, serotonina)