¿Qué es la vesícula biliar? La vesícula biliar es un órgano con forma de pera ubicado debajo del hígado. Almacena bilis, un líquido producido por el hígado para digerir las grasas.
Síntomas de la vesícula biliar afectada
Cuando el estómago y el intestino digieren los alimentos, la vesícula biliar libera bilis a través de un tubo denominado conducto biliar común. Ese conducto conecta a la vesícula biliar y el hígado con el intestino delgado.
1. Mareos
Observa cómo te sientes a media tarde, en especial al cabo de dos horas de haber tomado tu almuerzo o la comida principal del día. Es el momento en que nuestra digestión debe haber finalizado. Si te notas con cierta debilidad, con naúseas y mareos, entonces lo mejor es que te sientes y pongas la mano en tu abdomen. ¿Está duro? ¿Eructas con facilidad?
Si además de las malas digestiones notas como cada día te vienen los mareos y las náuseas es probable que tengamos un problema en la vesícula.
2. Gases e hinchazón
Uno de los papeles que juega la vesícula biliar es la de ayudarnos en el proceso digestivo, por ello, cuando existe algún tipo de problema y la vesícula biliar no canaliza adecuadamente la bilis, o está inflamada o incluso obstruida, es habitual que empecemos a sentir que nuestras digestiones son más pesadas, nos sentimos hinchados y más lentos.
Son muy habituales los gases y los eructos continuos. Para que sea verdaderamente significativo, estos síntomas debes tenerlos con frecuencia cada día. Es normal sentirnos mal un día aislado, incluso dos. Pero cuando pasan diez días seguidos y ves cómo tu abdomen sigue hinchado y endurecido, es recomendable que lo consultes con un especialista.
3. Dolores puntuales en espalda, abdomen y brazo derecho
Una de las características es la sensación de pesadez abdominal, y un dolor que se extiende tanto en la parte derecha de la espalda como en el brazo de ese mismo lado. La vesícula biliar se encuentra situada en el lado derecho del abdomen y al lado del hígado. Si se inflama, toda esa zona va a estar afectada, y el dolor es muy particular.
Ten en cuenta por ejemplo que en ocasiones, el dolor puede empezar repentinamente y en forma de ataque si fuera por ejemplo un cálculo biliar. Un dolor intenso que puede durar 15 minutos, luego desaparece y vuelve a aparecer, una situación que puede alargase hasta 15 horas. El dolor puede empeorar con la respiración.
Dependiendo de la cantidad de cálculos o la afectación del órgano, el dolor puede ser muy fuerte y extenderse hasta el omóplato.
4. Presta atención a tu orina y tus heces
Lo sabemos, no es agradable prestar atención a nuestras intimidades cuando estamos en el baño, pero te aseguramos que es imprescindible observar la tonalidad de la orina para advertir posibles enfermedades. En caso de la orina sea muy blanca, y que las heces sean muy grises, sin demasiado color y algo sueltas, entonces está asociado a un problema de la vesícula biliar, debido precisamente a un bajo nivel de bilis.
Es habitual también que las personas con problemas en la vesícula, padezcan numerosos episodios de diarrea. Debemos tenerlo en cuenta.
5. Mal aliento y fiebre
Si notas que has empezado a sentir un malestar en tu boca, un sabor extraño y un aliento desagradable del que no puedes desprenderte, toma nota de cuanto dura. Si tu aliento no es el habitual, y llevas más de una semana padecíendolo, y además o en conjunto levantas unas décimas de fiebre, deberás considerar la consulta a un especialista.
La fiebre se suele tener por la mañana y al final de la tarde. Basta con que tengas dos o décimas para que debas ponerlo en evidencia de tu médico.
6. Coloración amarillenta de la piel
Puede presentarse en la piel o en los ojos un color amarillento. Se lo conoce como ictericia, y se debe básicamente a que algunos cálculos biliares bloquean el conducto biliar, ocasionando que la bilis se regrese al hígado, y de ahí al torrente sanguíneo.
Ante cualquiera de estos síntomas no dudes en consultar con un especialista.