Descubierto por accidente en 1965 mientras desarrollaban una droga contra las úlceras, el aspartame o E-951 corresponde al nombre técnico de los edulcorantes artificiales comercializados bajo los nombres NutraSweet, Equal, Spoonful, o Equal-Measure.
Este producto no es más que una sustancia neurotóxica compuesta por 3 ingredientes: ácido aspártico, fenilalanina y metanol, que destruye el sistema nervioso central. El ácido aspártico mata las células neuronales, hasta un 75% o más de las células cerebrales en áreas particulares del cerebro pueden haber sido destruidas por este componente antes de que comiencen a aparecer síntomas clínicos. La fenilalanina es un aminoácido que se encuentra naturalmente en el cerebro. Pero los niveles en exceso, debido a la ingesta de aspartame produce que aparezca en la sangre –y en el cerebro- cantidades anormales de fenilalanina. Estos niveles excesivos conducen a que en el cerebro caigan los niveles de secreción de serotonina, provocando desórdenes emocionales como depresiones.
El metanol, un veneno mortal, se descompone en el cuerpo en forma de formaldehido, una potente y mortífera neurotóxina. Diversos estudios recientes han comprobado que el metanol provoca además de daños neurológicos, cáncer, interfiere con la replicación del ADN y causa malformaciones en el desarrollo fetal. Un estudio reciente del Dr. Trocho, investigador de la Universidad de Barcelona, demuestra que el formaldehido se acumula en las células de grasa del cuerpo y el análisis de la función del hígado indica que este es afectado por el uso de aspartame. Asimismo, la Dra. Sandra Cabot, especialista del hígado relata que ha tratado un gran número de pacientes intoxicados con aspartame. Esto sucede porque al luchar contra los efectos tóxicos de esta sustancia, el hígado disminuye su habilidad de quemar grasa, ocasionando la conversión de calorías ingeridas en células de grasa.
El metanol, un veneno mortal, se descompone en el cuerpo en forma de formaldehido, una potente y mortífera neurotóxina. Diversos estudios recientes han comprobado que el metanol provoca además de daños neurológicos, cáncer, interfiere con la replicación del ADN y causa malformaciones en el desarrollo fetal. Un estudio reciente del Dr. Trocho, investigador de la Universidad de Barcelona, demuestra que el formaldehido se acumula en las células de grasa del cuerpo y el análisis de la función del hígado indica que este es afectado por el uso de aspartame. Asimismo, la Dra. Sandra Cabot, especialista del hígado relata que ha tratado un gran número de pacientes intoxicados con aspartame. Esto sucede porque al luchar contra los efectos tóxicos de esta sustancia, el hígado disminuye su habilidad de quemar grasa, ocasionando la conversión de calorías ingeridas en células de grasa.
El aspartame como nociva alternativa en caso de Diabetes
El consumo del aspartame causa reacciones químicas en el cerebro y ocasiona daños severos en el sistema nervioso central y éstos determinan un deficiente funcionamiento del páncreas, que reacciona liberando abundante insulina.
Cuando ésta es ingerida suele causar hipoglucemia inicialmente. Posteriormente, cuando la cantidad de insulina liberada por el consumo de aspartame se acaba, el páncreas no esta preparado para liberar más en la ingesta de azúcares y carbohidratos, entonces se advierten altos niveles de glucosa en la sangre; estos fenómenos son ambos un factor importante en los ataques de diabetes, ya que el páncreas se debilita por los continuos ataques de este tipo, factor decisivo en el empeoramiento del diabético.
El aspartame causa un daño silencioso y lento en aquellos que no muestran una reacción inmediata y que, por lo tanto, no evitan su consumo. Puede tomar 1, 10 ó 40 años para causar efectos tanto reversibles como irreversibles en la salud.
Muchas reacciones al aspartame son graves, (incluyendo ataques apopléticos y muerte), tales como:
Ardor al orinar
Impotencia y problemas sexuales
Ardor en los ojos o garganta
Insomnio
Artritis
Irritabilidad
Asma
Laringitis
Ataques apopléticos y convulsiones
Latidos rápidos del corazón
Ataques de ansiedad
Marcados cambios en la Personalidad
Atáques de Pánico
Mareos
Aumento de peso
Memoria deficiente
Cambios o problemas en la menstruación
Muerte
Comezón
Náuseas o vómitos
Confusión
Otras reacciones alérgicas
Depresión
Palpitaciones del corazón
Diarrea
Pérdida de cabello (calvicie) o adelgazamiento del cabello
Dificultad al respirar
Pérdida de la audición
Dificultad de concentración
Pérdida de memoria
Dificultad de pensar correctamente
Problemas en los niveles de azúcar en la sangre (Hipoglucemia o Hiperglicemia)
Disminución de la visión
Reacciones asmáticas
Dolor abdominal
Rubor o enrojecimiento de cara
Dolor al tragar
Sentimiento de Irrealidad
Dolores de cabeza y migrañas
Sentir que se piensa como entre niebla
Dolores de pecho
Severos dolores de cabeza y migrañas (causados por ingerimiento crónico de aspartame)
Dolores en las articulaciones
Susceptibilidad a las infecciones
Entumecimiento o calambres en extremidades Taquicardia
Erupciones
Temblores en el cuerpo
Espasmos en los músculos
Tinnitus (zumbido o ruido en oídos)
Excesiva hambre o sed
Tos crónica
Fatiga
Tumores en el cerebro (probados en estudios hechos en animales)
Fatiga crónica
Urticaria
Fobias
Verborrea (hablar mucho)
Hinchazón, Edema (retención de líquidos)
Vértigo
Hipertensión (presión arterial alta)
La enfermedad del Aspartame se confunde con, o bien, empeora, las siguientes enfermedades:
Fibromialgia
Artitris
Esclerosis Múltiple (MS)
Enfermedad de Parkinson
Lupus
Sensibilidad Química Múltiple (MCS)
Diabetes y complicación con la Diabetes
Epilepsia
Alzheimer
Defectos de nacimiento
Síndrome de Fatiga Crónica
Linfoma
Transtorno del Déficit de Atención
Transtorno de Pánico (Fobias)
Depresión y otros desórdenes psicológicos
Un estudio realizado con ratones comprobó que el aspartame reduce los niveles o capacidades de aprendizaje o memoria, esto es debido las alteraciones neurológicas que produce la sustancia.*
Fuentes: