El azúcar mascabado o moscabado es un azúcar de caña integral, no refinada. Tiene un color marrón oscuro y una gran cantidad de melaza lo que le da un gusto muy particular así como una textura pegajosa.
El método de fabricación consiste, en un primer instante, en calentar el zumo extraído de la caña de azúcar. Se deja evaporar completamente el agua hasta conseguir un residuo seco que posteriormente se muele.
Tanto el azúcar mascabado como el refinado provienen de la caña, pero el primero es más puro que el segundo. Al ser más puro mantiene sus propiedades, lo cual no sucede con los azúcares refinados. Eso no significa que uno sea más sano que el otro; el refinado, simplemente, tiene un proceso de refinamiento más largo.
Esta azúcar de sabor jugoso y textura humada, logra mantener todas las vitaminas y minerales que contiene. Entre los nutrientes que el azúcar mascabado nos aporta se encuentran: vitaminas (A, B1, B2 y ácido pantoténico); minerales (magnesio, hierro y potasio); hidratos de carbono; sacarosa; antioxidantes y fibras solubles de fácil absorción y digestión.
De hecho, diversos estudios han revelado que el consumo constante de azúcar mascabado elimina los radicales libres (moléculas químicas que en exceso pueden alterar o destruir las células del organismo), mejora el metabolismo, protege riñones e hígado, beneficia la circulación sanguínea y regula los niveles de colesterol y triglicéridos en la sangre.
Si bien, generalmente se usa en la repostería; el azúcar mascabado puede sustituir al azúcar refinada a la perfección, y emplearse todos los días para endulzar de manera saludable frutas, jugos, tés, aguas frescas, atoles, avenas, cereales, etc