Los tipos de cálculos o piedras de riñón más frecuentes son:
- Oxalocálcicos, 60% de los casos. Formados por oxalato cálcico. Debidos a una concentración excesiva de calcio en la orina.
- Fosfocálcicos, 13%. Consecuencia de algunas infecciónes urinarias o por problemas metabólicos del riñón.
- Úricos, 10%. Causados por un nivel elevado de ácido úrico.
- Fosfato-amoniaco-magnésicos, 5%. Por una infección urinaria de un tipo concreto de bacterias.
Prevención
Depende del tipo de cálculo:
En caso de tener cálculos úricos: Limitar el consumo de carne roja, carnes frías y el pescado azul. Disminuir el consumo de carne en general.
En caso de oxalocálcicos y fosfocálcicos: Reducir los productos lácteos, comer mucha fruta y verdura (exceptuando las espinacas), disminuir la cantidad de sal de las comidas (la sal incrementa la fuga de calcio en la orina y su acumulo favorece la formación de los cálculos).
Y en general, la prevención requiere la bebida abundante de líquido (agua, sopas, infusiones, etc.) cada día, para que los riñones no se vean obligados a concentrar la orina y favorecer así la formación de cálculos.
En la fotografía: Arriba a la izquierda un cálculo de oxalato cálcico. Arriba a la derecha un cálculo fosfato-cálcico. Abajo a la izquierda un cálculo úrico. Abajo a la derecha un cálculo fosfato-amoniaco-magnesico.