Está relacionada directamente con la edad, de tal forma que entre los 50-60 años un 40% de los varones tienen aumentado el tamaño de su próstata y a los 70-80 años el 80%.
Pese a tener aumentado el volumen prostático sólo el 50% sentirán molestias, y sólo una parte adoptará alguna medida para mejorar la sintomatología.
Qué es la próstata
Es una glándula del sistema reproductivo, situada justo debajo de la vejiga. Está atravesada por la uretra a la que se le unen los conductos eyaculadores procedentes de las vesículas seminales y los conductos deferentes.
Su función normal, además de unir los conductos eyaculadores a la uretra, es la de aportar al esperma un líquido que le sirve a los espermatozoides como alimento.
Que es la hiperplasia benigna de próstata
La hiperplasia benigna de próstata consiste en el incremento del número de células que conduce al aumento del tamaño glandular y que a su vez, ocasiona la obstrucción del conducto urinario.
No comporta aumento en el tamaño de las células, y no guarda relación con el carcinoma prostático, es una hiperplasia benigna.
Síntomas
Los signos y síntomas de hiperplasia benigna de próstata se derivan de esta obstrucción, pudiendo dividirse en 2:
Obstructivos o de vaciado: vaciado incompleto, micción intermitente, menor calibre y fuerza de chorro, dificultad o dolor a la micción.
Irritativas o de llenado: Urgencia miccional, aumento en la frecuencia, ganas de orinar por la noche, pesadez y dolor arriba del pubis.
La sintomatología puede empeorar en algunos pacientes, llegando a impedir la micción de forma ocasional o crónica, y provocando afectaciones graves.
Causas y factores de riesgo
Las causas de la hiperplasia benigna de próstata no están claras. Guardan relación con la edad, con el aumento de estrógenos, con el aumento de la concentración del derivado de la testosterona, dihidrotestosterona (DHT), y con la disfunción del músculo detrusor de la vejiga.
También se ha comprobado que factores relacionados con el síndrome metabólico y con la diabetes mellitus tipo II aumentan la incidencia de la hiperplasia benigna de próstata. Estos son: obesidad central, alto aporte energético de la dieta, sedentarismo, uso de productos químicos artificiales y andrógenos.
Tratamiento natural de la hiperplasia benigna de próstata
Lo primero ante estos síntomas es ponerse en contacto con su médico. Haga caso de sus recomendaciones. En caso de seguir cualquier tratamiento alternativo coadyuvante hágaselo saber.
Dicho esto, estas son diferentes estrategias, efectivas ante síntomas leves o moderados, para un abordaje integrativo:
Nutrición
Zumo de granada. Tiende a dificultar la acumulación de estrógenos en esa zona.
Colesterol. Una alimentación rica en fibra y baja en colesterol resulta beneficiosa para la próstata y para la salud en general.
Omega 3. Una alimentación rica en omega 3 contribuye a reducir el componente inflamatorio. Dos cucharadas de linaza molida añadirían además el valor de su fibra, que mejora la eliminación de estrógenos.
Suplementación
ß-sitosterol: Es un fitoesterol capaz de reducir los síntomas urinarios aunque no el tamaño de la próstata. También reduce el colesterol, por lo que en caso de estar en tratamiento con hipocolesterolemiantes consulte con su médico antes de cualquier prescripción.
Cinc: Reduce el tamaño de la próstata y la intensidad de los síntomas. Como apunte, el café disminuye la absorción de cinc y estimula el sistema adrenérgico, se aconseja limitar el consumo de café. El cinc compite en absorción con cobre, calcio y hierro, no se debe superar la dosis recomendada. Polen de abejas: su aporte de zinc nos será muy beneficioso.
Aceite de semillas de calabaza: una cucharada al día es, sin duda, uno de los remedios naturales más eficaces para tratar la hiperplasia benigna de próstata. Si no conseguimos este aceite podemos tratar de encontrarlo en forma de extracto o tomar dos cucharadas soperas de semillas de calabaza.
Fitoterapia
Sabal: Consigue ensanchar el paso de la uretra y mejora algunos de los síntomas. Su componente principal es el ß-sitosterol.
Pigeum. Reduce la inflamación y aumenta las secreciones prostáticas.
Estrategias preventivas
Evitar excesivas grasas saturadas: carnes rojas, productos lácteos, fritos.
Consumir grasas ricas en omega 3.
Consumir plantas ricas en ß-sitosterol: verduras, salvado de arroz, germen de trigo, frutos secos.
Ingerir alimentos a base de soya.
Evitar exposiciones pesticidas, herbicidas, tóxicos de la industria alimentaria...
Mantener un peso adecuado y huir de sedentarismo.
Las personas con la hiperplasia benigna de próstata aficionadas al ciclismo pueden pedir consejo en tiendas especializadas en bicicletas ya que hay sillines que comprimen menos la zona.
Evitar llevar ropa interior excesivamente apretada.
En casos agudos el urólogo puede explicarnos las soluciones que el láser ofrece hoy en día (en lugar de la extirpación de la próstata)