El Botox, el ácido hialurónico y el colágeno son las sustancias antiarrugas protagonistas que han revolucionado el mercado cosmético. ¿Cuáles son sus propiedades, beneficios y riesgos?
Botox
Es una toxina botulínica producida por una bacteria, que está avalada por la FDA (Food and Drug Administration) de Estados Unidos. En cosmética se aplica en arrugas y párpados caídos. Una vez inyectado, impide mover el músculo de esa zona, ayudando a que las líneas de expresión se suavicen o desaparezcan. Es de rápida aplicación, no requiere anestesia, sus resultados son visibles en 72 horas, no cambia la fisonomía del rostro, no deja cicatrices y sus efectos desaparecen después de cuatro a ocho meses".
Sus efectos secundarios pueden ser hinchazón o moretones leves. Son muy raras las náuseas, dolores de cabeza, de cuello o infecciones respiratorias. Pero el Botox también es "una potente neurotoxina cuyos efectos a largo plazo aún no se han probado", asegura el doctor Peter Misra, del Hospital Nacional de Neurología y Neurocirugía de Inglaterra. Hay que ser prudentes con su uso, ya que muchas personas se inyectan sin esperar mínimo tres meses entre dosis y el exceso de Botox puede producir graves infecciones en la zona superior respiratoria. Necesita inyectarlo un cirujano.
Ácido hialurónico
Es una sustancia creada en laboratorio a partir de una bacteria. Es un remedio contra las arrugas porque aumenta el volumen en pliegues, sur
cos y depresiones cutáneas. Su aplicación periódica provoca la regeneración del colágeno propio. La ventaja de este producto es que es una sustancia compatible con todos los tejidos, por lo tanto no necesita ningún tipo de prueba cutánea como ocurre con el colágeno inyectado.
Sin embargo, hay numerosas marcas de ácido hialurónico en el mercado, por lo tanto el médico debe informarte sobre las diferencias entre unas y otras, las cantidades y la frecuencia de los retoques. Las de corta duración son para las líneas de expresión y las arrugas finas, mientras que las de larga duración son para los pliegues profundos, el modelado de pómulos y mentón, y el engrosamiento de labios. También requiere ser inyectado por un cirujano.
Colágeno
Afortunadamente, para acabar con las arrugas no sólo existen sustancias inyectables. Para satisfacer a las mujeres más expertas y exigentes de 30 a 50 años, hay colàgeno hidrolizado o bioactivo que contiene bio-esferas de colágeno que penetran en la piel y al contacto con sus moléculas de agua, se inflan y multiplican su volumen, aumentando la estructura cutánea y rellenando los surcos de las arrugas.
Su doble efectividad suaviza las arrugas de la delicada zona del contorno de los ojos y aclara las ojeras más marcadas. El área luce más tonificada y radiante, la mirada se ilumina y luce visiblemente más joven. Después de cuatro semanas, su acción drenante mejora significativamente la textura de la piel. Además está probado bajo control dermatológico y oftálmico.