Dormitar brevemente puede mejorar el humor, el desempeño y la salud.
Sé constante
Tanto como sea posible, apégate al mismo periodo de tiempo para no alterar tu reloj biológico o patrón de sueño nocturno. Una siesta de 20 minutos es ideal para la mayoría de las personas. Aporta suficiente tiempo de inactividad, sin conducirte a las etapas de sueño más profundas y difíciles de despertar.
Cronométrala bien
Para la mayoría de las personas, el periodo ideal para tomar una siesta es aproximadamente 12 horas después de la mitad de tu descanso nocturno, o alrededor de las 3:00 p.m. No obstante, recuerda que cada persona tiene su propio reloj interno, así que ningún tiempo específico está prohibido, a menos que interfiera con el sueño nocturno.
Evita tomar siestas por la tarde
Tomar siestas en la tarde retrasa tu hora de dormir, lo cual hace más difícil levantarse en la mañana. Si tienes sueño, apaga la televisión y vete a la cama.
Acostumbra a tu cuerpo
Si sigues una rutina similar todos los días antes de dormir —cerrar la puerta, hacer unos cuantos estiramientos, poner música suave, apagar la luz, aflojarte el cuello, abrazar un oso de peluche o usar tu almohada favorita—, con el tiempo estas acciones siempre te ayudarán a estar listo para dormir.
Acúestate
Recostarte te ayuda a sentir como si hubieras dormido mucho más tiempo del que en verdad dormiste.
Recostarse puede ser igual de apacible
Un estudio hecho por la Universidad Estatal de Ohio indicó que el simple hecho de recostarse y descansar puede ser tan beneficioso como dormir. En el estudio se monitoreó a 20 personas que acostumbraban dormitar durante una siesta de una hora en el laboratorio, así como a 20 personas que no acostumbraban dormitar, quienes descansaron en una cama sin quedarse dormidas. Luego, a los sujetos se les hizo una serie de pruebas de rendimiento y se les pidió describir el ánimo que tenían antes y después del experimento. Aunque ambos grupos mejoraron notablemente tanto en ánimo como en rendimiento, ninguno superó al otro.
Observa los efectos
Si puedes tomar siestas fácilmente, pero te cuesta trabajo conciliar el sueño en tu horario regular para dormir, quizá necesites acortar o suprimir las siestas durante el día.