Muchas personas no tienen claras las diferencias entre la hiperactividad y el déficit de atención o TDA e incluso mucha gente cree que es lo mismo. En este artículo veremos de un modo claro las diferencias y aspectos comunes que tienen ambos problemas.
¿Qué es la hiperactividad?
- Las características más destacables de la hiperactividad son:
- Incapacidad para estarse quieto y concentrarse en algo. Les suele costar mantener todo su cuerpo en relajación. Siempre están moviendo los pies, mordiéndose las uñas, etc.
- Normalmente es incapaz de acabar algo que requiera un mínimo de esfuerzo (a no ser que le guste mucho).
- Cuando habla se expresa con excesiva locuacidad. No puede esperar su turno e interrumpe con facilidad a los demás.
- Es muy impaciente y le cuesta estar sentado de forma relajada.
- Su impulsividad le lleva a precipitarse en la mayoría de sus acciones.
¿Qué es el déficit de atención?
- Las características más destacables del déficit de atención o TDA son:
- Tienen una gran dispersión mental y se distraen muy fácilmente.
- Les cuesta entender las cosas de un modo claro y rápido. Parece que nunca entienden las órdenes al cien por cien.
- Cualquier tarea que implique mucha atención o concentración les supone un esfuerzo titánico que no siempre son capaces de mantener hasta el final.
- Dificultad para organizarse.
- Son muy distraídos y se olvidan rápidamente de las cosas si no las han entendido claramente. Siempre recuerdan las cosas...más o menos.
¿Qué tienen en común?
La hiperactividad y el déficit de atención o TDA tienen en común que a ambos les cuesta mantener la atención y pueden presentar dificultad para seguir sus estudios.
En la vida cotidiana les cuesta seguir una rutina y seguir las órdenes o pautas de forma continuada.
¿En qué se diferencian?
La hiperactividad y el déficit de atención o TDA se diferencian en que en el caso de la hiperactividad es problema es por impulsividad o precipitación y, en cambio, en el déficit de atención o TDA es por falta de concentración.
Conclusión
Algunas personas pueden presentar síntomas de ambos grupos y siempre será el profesional quien dictamine si alguien padece alguna de estas afectaciones. Sólo por padecer alguno de estos síntomas no podemos decir que alguien padece de hiperactividad o déficit de atención o TDA.