En los años recientes, investigadores médicos han fijado su atención en las virtudes de la dieta Mediterránea y en especial en el aceite de oliva. En un examen más detallado, este ancestral líquido ha demostrado ser algo más que una fuente de grasa monoinsaturada. Es también una rica fuente de antioxidantes.
Los antioxidantes ayudan a prevenir el daño causado por unas moléculas conocidas con el nombre de "radicales libres" a los tejidos corporales. El cuerpo produce estos radicales libres porque necesita oxígeno, y la cantidad se incrementa a medida que envejecemos. Los radicales libres se han relacionado con enfernedades del corazón, cáncer y envejecimiento.
A pesar de que el cuerpo produce sus propios antioxidantes, los alimentos que comemos son una importante fuente. El aceite de oliva, que se produce a partir de un fruto que es la oliva, contiene una amplia variedad de valiosos antioxidantes que no se encuentran en otros aceites.