lunes, 7 de octubre de 2013

VENENOS BLANCOS

En nuestra dieta existen alimentos que deberían ser llamados “veneno”, porque tienen poco valor nutricional y hasta pueden ser perjudiciales para nuestra salud. Conocidos como “venenos blancos”, el azúcar refinado, la sal y las harinas refinadas, entre otros, son causantes de diferentes enfermedades que son consideradas graves, pues son degenerativas, como la diabetes, la hipertensión arterial y hasta el cáncer.
1.-  La Sal de mesa refinada.
La industria decidió un día convertir la sal cristalina natural en simple cloruro sódico (la sal refinada de hoy), porque los científicos de la época afirmaron que los demás elementos que contenía (minerales esenciales y otros oligoelementos) eran innecesarios y bastaba el cloruro sódico para salar los alimentos. Desde entonces cualquier parecido entre la sal que ahora consumimos y la sal natural es inexistente. De un alimento que era “oro puro” porque proporcionaba al ser humano todos los elementos necesarios para su subsistencia en la proporción exacta que el organismo necesita se pasó a consumir un producto que es “veneno puro”, como bien saben los investigadores y médicos.
A la toxicidad del cloruro sódico hay que añadir la del yodo y el flúor, minerales que hoy se agregan artificialmente a la sal. El yodo (tóxico cuando se sobrepasa el mínimo necesario) se añade porque se supone que mejora la función de la tiroides; y el flúor (uno de los elementos más radioactivos que existen) porque afirman que este veneno evita la caries. Un sarcasmo. La sal cristalina natural, tanto la que procede del mar (sal marina), como de las montañas, contiene los 84 elementos que compone el cuerpo humano en su proporción exacta. Poca gente sabe que la composición de la sangre humana es prácticamente idéntica al agua salina del “mar primario”, es decir, una solución con la misma concentración de elementos que tenía el mar hace millones de años.
La comida chatarra se encuentra llena de sal refinada, que aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, consumir este tipo de sal equivale entre 8 y 20 veces más que la que debiera comer. Pues con la finalidad de que el sodio y el potasio encuentren un equilibrio, se debe consumir de 1,500 miligramos por día, pero si no se respeta, es cuando aparecen enfermedades referentes al corazón.


2.- Azúcar refinada.
El azúcar blanca no se puede considerar como un alimento, ya que es una sustancia química pura, extraída de fuentes vegetales como la caña de azúcar o la remolacha,  a las cuales se les extrae el jugo eliminando toda la fibra y las proteínas que forman el 90% de dichas plantas.
 Para dejar limpio el líquido que contiene el azúcar, se añade cal viva y es ahí donde esa reacción alcalina mata casi todas las vitaminas, luego se añade dióxido de carbono para acelerar la cal,  este líquido azucarado pasa por tubos que lo separan de las impurezas.  Luego viene otro tratamiento con sulfato de calcio y ácido sulfúrico para decolorar y dejar casi blanco.
 El azúcar refinada no tiene proteínas, ni vitaminas, no tiene minerales no tiene enzimas, no tiene micro elementos, no tiene fibra,  no tiene grasas y no es de ningún beneficio en la alimentación humana.
No es buena porque no aporta ningún nutriente, aporta energía, pero nada más. Esta se conforma de glucosa y fructuosa. El problema es la manera en que la consumimos, porque las frutas y verduras, por sí mismas, ya contienen azúcar. Las azúcares refinadas son causantes de obesidad, de un desequilibrio nutritivo, caries y más. Los edulcorantes químicos también son dañinos, pues aumentan el riesgo de cáncer, como el aspartame, la sacarina y ciclamatos, que podemos encontrar en productos como el refresco light.



3) Harina refinada.

Como se ilustra en The Daily Mail, con los años la calidad del pan se ha vuelto mucho peor en lugar de mejorar. En 1911, la sal, las grasas baratas, el alumbre, la cal en polvo y el blanqueador eran los ingredientes “malos” del pan. Actualmente, hay que lidiar con ingredientes nuevos que dañan la salud y que se pueden encontrar en la tienda en donde compra el pan. La harina blanca producida es casi puro almidón, y ahora contiene una pequeña fracción de los nutrientes del grano original. Además, los tratamientos químicos en el grano dan como resultado la formación de un subproducto llamado aloxano –un veneno utilizado en la industria de la investigación médica para producir diabetes en ratones sanos. El aloxano causa diabetes al hacer girar enormes cantidades de radicales libres en la células pancreáticas beta, destruyéndolas. Las células beta son las células primarias de las zonas del páncreas llamadas islotes de Langerhans y producen insulina; así que si son destruidas, se desarrolla la diabetes.
Teniendo en cuenta el rango epidémico de la diabetes y otras enfermedades crónicas, no es buena idea tener una toxina como esta en su pan, incluso si es en pequeñas cantidades.
Cuando más fina y blanca es la harina, menos fibra, vitaminas y minerales contiene. El pan blanco, el pan de salvado, los panes de bollería, no contienen vitaminas ni minerales, mientras que favorecen las caries, el cáncer, el colesterol y la diabetes. Los panes más recomendables son el pan de centeno y el pan integral.



4) Arroz refinado.
Según los investigadores de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos, el arroz blanco causa aumentos bruscos en los niveles de glucosa en la sangre, lo cual es un riesgo de diabetes.Aunque el arroz se ha consumido durante siglos en muchos países, fue sólo en el siglo 20 que comenzó a refinarse y consumirse como arroz blanco.
Para producir el arroz blanco el grano integral es sometido a un proceso de refinado con el cual se le retira la capa exterior y el germen. Y básicamente lo que queda es el endospermo, que consiste principalmente de almidón. El estudio analizó los datos de tres grandes estudios llevados a cabo con cerca de 40.000 hombres y 157.500 mujeres sobre el consumo de arroz y el riesgo de diabetes. Los científicos descubrieron que quienes consumían cinco o más porciones de arroz blanco a la semana tenían 17% más riesgo de diabetes que quienes consumían menos de una porción al mes.
Desde el punto de vista de la salud pública, debería recomendarse el reemplazo de granos refinados como el arroz blanco por granos integrales, incluido el arroz integral para facilitar la prevención de la diabetes tipo 2

5) Leche de vaca pasteurizada.
La pasteurización de la leche destruye las bacterias beneficiosas, junto con las malas y destruye las enzimas esenciales para la absorción de nutrientes. La Pasteurización de la leche destruye toda su fosfatasa, lo que es esencial para la absorción del calcio y el calcio trabaja con la vitamina D, no sólo está disponible a través del sol, pero es un nutriente esencial en la nata cruda. Calentar cualquier alimento crudo destruye las enzimas activas, por lo que la lipasa (una enzima única de la leche y se necesita para completar la digestión de las grasas) es lanzada junto con muchos otros nutrientes esenciales que la pasteurización destruye.
Se considera que es la principal causa de alergias en los niños, según la Academia de Alergia, Asma e Inmunología de Estados Unidos. Y es que la leche, además es rica en grasas saturadas y colesterol. Algunos estudios, incluso la relacionan con la diabetes y hasta con la osteoporosis, porque debido a ser baja en magnesio, no deja que los huesos absorban el calcio.

jueves, 3 de octubre de 2013

EFECTOS DE LA PUBLICIDAD


miércoles, 2 de octubre de 2013

PELIGROS DEL REEMPLAZO HORMONAL NO NATURAL

En el más prolongado y amplio seguimiento de la historia clínica de mujeres que recibieron píldoras de hormonas durante una importante investigación del gobierno, se determinó que muchos riesgos de salud desaparecieron, a la vez que surgieron algunos beneficios inesperados, pero la recomendación se mantuvo invariable: Solo se debe usar hormonas durante corto tiempo para tratar los calores súbitos y otros síntomas de la menopausia.
En un estudio de más de 27 mil mujeres, los investigadores analizaron información acumulada durante 13 años, que incluye detalles de ocho años sobre lo que sucedió después que las mujeres dejaron de tomar hormonas artificiales, ya sea estrógeno solo o con progesterona. Los investigadores prepararon información detallada sobre los efectos de las hormonas en la salud, clasificada por edad, e incluso nueva información sobre los riesgos en base al momento desde la menopausia.
Las píldoras de estrógeno, usadas por las mujeres que tuvieron histerectomías, parecieron ser seguras, especialmente en mujeres jóvenes —aquellas que comenzaron a ingerir hormonas pasados los 50 años— señaló el estudio. Se debe principalmente a un riesgo persistente de cáncer de mama entre las mujeres que tomaron las píldoras combinadas de estrógeno y progesterona. Asimismo se presentaron riesgos de ataques cardíacos más frecuentes entre las mujeres que tomaron las píldoras combinadas pasados los 70 años y décadas después de haber tenido la menopausia, aunque en la realidad, la mayoría de personas que tomaron hormonas lo hicieron a temprana edad, cuando los riesgos de cáncer son menores.
Para ambos tipos de píldoras, "los riesgos superarán los beneficios para las mujeres de edad mayor", aunque tengan persistentes calores súbitos y otros síntomas de la menopausia, destacó la autora del estudio, la doctora JoAnn Manson, directora de medicina preventiva del Hospital de Mujeres Brigham, de Harvard.
Para mujeres que comienzan la menopausia, los beneficios en la calidad de vida probablemente superen los riesgos, agregó.
En otras épocas, se pensaba que las hormonas ayudaban a prevenir una variedad de enfermedades relacionadas con la edad y muchas mujeres las consideraban una ayuda para mantenerse jóvenes. La investigación fue iniciada en la década de 1990 a fin de examinar algunas de esas creencias, y los nuevos resultados confirman que las hormonas no deberían usarse para prevenir enfermedades.
Las participantes tomaron solo píldoras de estrógeno durante siete años, píldora de estrógeno-progesterona por unos cinco años o placebos. El gobierno detuvo ambos estudios en el 2002 y en el 2004, después que se hallaron más problemas de salud entre las que tomaban las píldoras que entre las que tomaban placebos.
El nuevo estudio incluye un seguimiento hasta el 2010 y algunos resultados confirmaron los hallazgos previos. El estudio es publicado el miércoles en la revista Journal of the American Medical Association.
"Es útil tener un análisis posterior. Reafirma lo que hemos estado experimentando por algún tiempo", indicó la doctora Elizabeth Ross, especialista en cardiología en el Instituto MedStar Heart de Washington, D.C.
Pero indicó que el estudio no examina otros tipos de hormonas para la menopausia, como los adhesivos y las cremas, y agregó: "No creo que hayamos cerrado la puerta a nuestro entendimiento sobre el reemplazo de hormonas".
Entre otros hallazgos a causa del remplazo de hormonas se detectaron el riesgo a la formación de coágulos sanguíneos y derrames, menos casos de cáncer uterino y menos fracturas de caderas.
Por lo tanto, nada mejor que un suplemento hormonal natural que no altere la química del cuerpo y no tenga desagradables efectos secundarios.